Introducción
El acompañamiento de la familia en cada uno de los momentos de aprendizaje de sus hijos suele ser fundamental para la posterior adquisición de competencias en la escuela. Su acompañamiento afectivo, pedagógico y práctico, posibilita fortalecer la labor del docente, especialmente en los primeros años de escolaridad, caracterizada por la alfabetización. De ahí, que es necesario establecer un vínculo entre familia y escuela para que el niño adquiera confianza y aprenda a autorregular su propio aprendizaje.
La alfabetización a través de la lectura y la escritura en los niños de grado primero se caracteriza por un período de fonetización de la escritura para buscar la correspondencia entre las letras y las sílabas. La fluidez y la comprensión lectora requieren entonces de una lectura oral guiada y repetitiva. Por lo tanto, se hace necesario orientar lúdico-pedagógicamente a la familia, entendida como primera responsable de la formación de los niños, con el propósito de brindarle herramientas que contribuyan a la buena enseñanza de la lecto-escritura en el hogar.
Al respecto Portilla Castellanos, Nuria Rodríguez y Vera Silva (2019), en su estudio La lectura y la escritura, una ventana al universo de los niños, arrojó como principal resultado que la realización de actividades lúdico-recreativas en los primeros años de vida, basadas en las diferencias de aprendizaje, posibilita a los niños prepararse e iniciarse a la lectura y la escritura con mayor facilidad. Por su parte, en el estudio Relación escuela-familia: participación para la lectura, de Ríos Flores, y Morales Pérez (2017), se concluye que, para alcanzar el éxito escolar deseado, es indispensable contar con el acompañamiento de los padres de familia mediado por la participación en las tareas escolares de sus hijos y su involucramiento en las actividades que plantea la escuela.
Así mismo, en el estudio El juego lúdico como estrategia didáctica para la enseñanza de la lectura en los niños y las niñas de primer grado, por Coronel (2015), se establece que la lectura orientada a través de los juegos lúdicos influye directamente en las experiencias de significado en los niños. Cuando un educando se acerca a la lectura suele descubrir conocimientos y experimentar emociones, elementos indispensables para la construcción de su propio pensamiento y personalidad. Por otra parte, Rincón Rubiano (2017), en su estudio Incidencia de la estrategia didáctica ¡a leer se dijo! Para el desarrollo de la competencia lectora en los estudiantes del grado primero de la Institución Educativa Alfonso Palacio Rudas”, se concluye que la aplicación de diversas estrategias didácticas acompañadas de la interacción en familia influye directamente en la adquisición de competencias lectoras en los niños de primer grado.
Adicional a ello, se ha podido observar que los padres de familia de la Institución Educativa Antonio Nariño sede La Cooperativa, presentan algunas falencias en la orientación y empleo de prácticas lúdicas de acompañamiento de la lectura y escritura de los estudiantes de grado primero. Esta institución se encuentra ubicada en zona rural del municipio de Fuentedeoro, en el departamento del Meta - Colombia la cual ofrece sus servicios de formación educativa para el grado transición y básica primaria unicamente (0°-5°) a una población pequeña y campesina. En consecunecia, a las familias se les dificulta apoyarlos por cuestiones laborales propias del sector, falta de tiempo, la poca preparación y formación educativa. De ahí el poco gusto por leer y por escribir, así como la apatía a aprender y el temor a enfrentarse a nuevos retos. Es por esa razón que, se hace necesario rescatar el papel que tiene la familia en el aprendizaje de los niños y niñas.
Dado lo anterior, surge el siguiente interrogante: ¿Cuáles son las prácticas lúdicas familiares que inciden en los procesos de lectoescritura en los estudiantes de grado primero de la Institución Educativa Antonio Nariño sede La Cooperativa de Fuentedeoro- Meta? En este sentido, se quiso determinar la influencia de las prácticas lúdicas que emplea la familia para el fortalecimiento de los procesos de lectura y escritura en sus hogares.
Marco teórico
La lectura y la escritura en primer grado
Desde el momento que el niño llega a la escuela empieza la tarea de preparación para sus procesos comunicativos a partir de la lectura y escritura. Sin embargo, en esas primeras etapas de desarrollo, la familia ya ha tenido un acercamiento con la enseñanza del conocimiento fonológico, cosa que le permite al niño poder avanzar de una manera más estructurada en la escuela.
Ejemplo de ello, son los niños de primer grado. Por lo general, no sólo realizan modulaciones, sino que también identifican los fonemas y leen cierta cantidad de palabras en corto tiempo (Gutierrez López, Mesa Muneton, & Carvajal, 2014). Así mismo, en esta etapa, suelen comprender lo que leen gracias a la fluidez lectora (Núñez, 2013 apud Gutierrez López et al., 2014). El aprendizaje de la lectura y la escritura se convierte entonces en el motor que impulsa el deseo por aprender: “El aprendizaje de la lectura, bien orientado, debe permitirle al estudiante el manejo de herramientas para un desarrollo autónomo, personal, placentero, porque le da el poder de crear en forma permanente, y le permite decidir qué necesita aprender” (Palacios Mazabel, Quinceno Mendez, & Restrepo Soler, 2019, p. 41).
Ahora bien, sumada a la lectura, los niños transitan unos niveles de escritura que les posibilitan la compresión y la adquisición del conocimiento. Según Ferreiro (2002, p. 49) estos niveles se conciben como “[...] un intento por su alfabetización”:
Nivel presilábico: El niño reproduce los rasgos típicos de la escritura, trazos ondulados continuos y rayas verticales discontinuas. Por lo general, no se establecen claras diferencias entre dibujo y escritura. Nivel silábico: El niño da un valor sonoro a cada una de las letras que compone por una sílaba. Por lo tanto, usa consonantes y vocales que conoce sin ningún tipo de orden. Nivel silábico- alfabético: el niño asocia cada sonido del habla con una o dos letras y descubre que no basta con una para representar una sílaba. Por tal motivo, trata de buscar diferencias y semejanzas entre los sonidos propios de personas, animales y cosas. Nivel alfabético: el niño comienza a enfrentarse al sistema de escritura comprendiendo que cada letra del alfabeto tiene valor independiente y trata de escribir las letras que contienen las palabras.
En este sentido, la alfabetización consiste en un proceso constructivo y complejo que no comienza en la escuela, sino en la familia (De-La-Peña, Parra-Bolaños, & Fernández-Medina, 2018). Allí los niños presentan su primer acercamiento al mundo de la alfabetización, proceso que va fortaleciéndose en el primer ciclo de escolaridad y sirve de cimento para los demás niveles de enseñanza.
La lúdica en los procesos de aprendizaje en primer grado
En la práctica educativa, y en especial, en la educación inicial, se requiere generar ambientes agradables, de placer y de bienestar, que lleven al estudiante al desarrollo de las dimensiones del ser, la formación de la personalidad, a la construcción de conocimientos desde la creatividad, la experimentación y la interacción con los demás. La herramienta predilecta para ello es el juego mediado por la lúdica.
De acuerdo con Jiménez, Dinello, y Alvarado (2004, p. 42), “[...] la lúdica es un espacio que produce disfrute y goce, acompañado de la distensión que provocan actividades simbólicas e imaginarias con el juego”. En razón de ello, se posibilitan la vivencia de las emociones todas ellas mediadas por el contacto con los demás. Así mismo, Castilho Beltrán (2009) agrega que, en los procesos de enseñanza y aprendizaje, la lúdica es la propia necesidad del ser humano, de sentir, expresar, comunicar y producir fomentando entonces la participación, la colectividad, la creatividad y otros principios sociales fundamentales. De manera que los ambientes colmados de participación, experimentación y creatividad son indispensables para aprender con agrado.
Ahora bien, la lúdica conlleva tres particularidades como estrategia de enseñanza: 1) Motivación intrínseca, la cual es mediada por la familia o el educador y consiste en entusiasmar al niño para jugar. 2) Simbolización, donde el niño realiza sus actividades convirtiéndolas en momentos divertidos a través de la fantasía y la imaginación. 3) Relación entre medios- fines, donde el adulto busca estrategias intencionalmente para orientar el aprendizaje del niño (Sarlé, 2006)
Desde estas perspectivas, se puede concluir que la lúdica es una actitud de placer y de bienestar que lleva al individuo a romper la cotidianidad y a construir saberes partiendo del juego y el trabajo colectivo. Durante la actividad lúdica, el niño logra expresarse libremente, cosa que le posibilita madurar sus pensamientos, construir los saberes, recordar con facilidad, fortalecer la personalidad, aumentar la autoestima, y, por lo tanto, a prepararse para las diferentes situaciones de la vida y del entorno.
La responsabilidad de la família em el aprendizaje de sus hijos
La familia es la institución fundamental de formación de la sociedad y en todo su conjunto se ve altamente influenciada por diversos aspectos: culturales, religiosos, económicos, sociales y éticos que inciden en la formación de sus hijos. A su vez, la familia es la única institución social que se da en todas las sociedades y culturas debido a que cumple una serie de funciones necesarias y básicas para quienes la conforman (Guía nº 26, 2006).
La familia es el ámbito natural de desarrollo de la persona, tal como lo propone la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (1989): “La familia en la actualidad debe ser entendida como la organización donde todos los integrantes que hacen parte de ella participan directamente en la formación de los niños, con responsabilidad social para el bien de ellos y por supuesto de la sociedad” (Guía nº 26, 2006, p. 3).
En concordancia con lo anterior, la Constitución Política de la República de Colombia (1991) en el Artículo 42, establece que “[...] la familia es el núcleo fundamental de la sociedad. El Estado y la sociedad garantizan la protección integral de la familia. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes”. Por consiguiente, la familia es la primera escuela de enseñanza, formadora de principios y valores que posteriormente se verán fortalecidos en la escuela. Además, es la primera institución responsable de la educación de sus hijos y quien debe velar por la formación y cumplimiento de sus derechos y deberes.
Sin embargo, en la actualidad, algunas familias han delegado la total responsabilidad a la escuela justificándose por la falta de tiempo a causa del trabajo, el desconocimiento en los métodos de enseñanza e incluso por la poca preparación educativa que recibieron. No obstante, es responsabilidad de la familia orientar, apoyar y exigir en el proceso de sus hijos desde las tareas, rutinas y prácticas de crianza; solo así se obtiene efectos deseados que favorezcan el aprendizaje de los estudiantes (Mena Moreno, Soto Miranda, & Soto Miranda, 2016).
Ahora bien, familia y escuela tienen la responsabilidad compartida de educar a los niños, así como una necesidad de complementarse en la formación humana y académica para alcanzar los fines propuestos por el sistema educativo (Moreno Acero, Bermúdez Saray, Mora Pacheco, Torres, & Ramos Páez, 2016). Esta condición explica la urgencia del trabajo colectivo estableciendo vínculos estrechos entre ambos contextos que posibiliten la coherencia, dinamismo y progresividad en la enseñanza y formación que reciben los niños (Palomeque Garcia, Alfonso Moreira, & López Rodriguez del Rei, 2018).
Es así como la influencia de la familia y su acompañamiento pedagógico en los procesos metodológicos de enseñanza incurrirán en un aprendizaje significativo para el estudiante, logrando prepararlo para la vida y, por tanto, como miembro activo de una sociedad capaz de transformar su entorno.
Metodología
Enfoque metodológico
La metodología aplicada a este estudio corresponde al enfoque cualitativo, debido a que permite que el investigador se sumerja en las experiencias de los participantes, haciendo parte del fenómeno y construyendo conocimiento (Hernández-Sampieri, Fernández-Collado, & Baptista-Lucio, 2014). El alcance utilizado fue el correlacional- descriptivo puesto que se definen las variables a fin de indicar cómo se relacionan entre sí, en este caso la relación entre las prácticas lúdicas y los procesos de lectura y escritura. Finalmente, el diseño utilizado fue el de investigación- acción, ya que busca identificar las estrategias de orientación y así diseñar una guía lúdica para la familia. De esta manera se permite describir, comprender e interpretar las prácticas lúdicas que emplea la familia en los procesos de lectura y escritura en sus hijos.
Población y muestra
La población participante fueron los estudiantes y los padres de familia de la Institución Educativa Antonio Nariño, del departamento del Meta en Colombia. La institución está integrada por 18 sedes rurales distribuidas en diferentes veredas en el municipio de Fuentedeoro y bajo la metodología de enseñanza Escuela Nueva. Las sedes en su totalidad atienden aproximadamente a 480 estudiantes, cuyas edades oscilan entre los 5 y 19 años de edad. Atendiendo a las dificultades que se presentaron a causa de la pandemia por el Covid-19 y, dado el confinamiento preventivo a nivel nacional bajo el Decreto nº 457 del 22 de marzo 2020, la muestra se toma en la sede La Cooperativa que cuenta con 43 estudiantes entre transición y básica primaria. Así pues, por muestreo no probabilístico, por conveniencia y por disponibilidad de las familias, se seleccionaron 6 estudiantes del grado primero para la realización del estudio. También se seleccionó a la mamá o el papá de cada estudiante, quienes se encuentran a cargo y como responsables de orientar las tareas en casa, para un total de 12 participantes bajo el criterio de accesibilidad (Tabla 1).
Categorización
A partir de los constructos del marco teórico en relación con los objetivos de estudio, se extrajeron unos contenidos clave de los cuales se generaron unas categorías y subcategorías de análisis que direccionaron el estudio. De este modo, se establecieron seis grandes categorías tales como: estrategias de orientación familiar, procesos lectoescritores, prácticas lúdicas familiares, relación padres e hijos, estrategias lúdicas. Y estas, se subdividen en las siguientes subcategorías: tareas escolares en casa, lectura y escritura en grado primero, actividades lúdicas lectoescritoras, dimensión comunicativa y métodos de lectura y escritura (Tabla 2).
Categorías | Subcategorías |
Estrategias de orientación familiar | Tareas escolares en casa |
Procesos lectoescritores | Lectura y escritura en grado 1° Métodos de lectura y escritura |
Prácticas lúdicas familiares | Actividades lúdicas lectoescritoras |
Relación padres e hijos | Dimensión comunicativa |
Estrategias lúdicas | Lectura y escritura en grado 1° |
Fuente: Elaboración propia.
Técnicas de recolección de información
Para la recolección de datos se aplicaron los siguientes instrumentos: observación participante, entrevista semiestructurada, materiales y artefactos, y grupo de enfoque. Instrumentos que facilitaron la recolección de la información de forma detallada para identificar patrones, experiencias, comportamientos, relaciones, entre otros (Hernández-Sampieri et al., 2014). Estos instrumentos, por consiguiente, posibilitaron identificar los factores influyentes en la enseñanza de la lectura y la escritura de los niños de primer grado en el hogar. De igual forma, posibilitaron la interacción directa con los participantes, facilitando su aplicación, vivenciar sus prácticas y experiencias sobre lo que significa estudiar. Cabe aclarar que los instrumentos fueron validados por juicio de expertos antes de su aplicación facilitando así la pertinencia y confiabilidad de los resultados obtenidos (Tabla 3).
Entrevista semiestructurada | Grupo de enfoque |
1. ¿Qué elementos o estrategias considera que son efectivas para que su hijo/a aprenda a leer? ¿Por qué? | 1. ¿Cómo es un día de tareas escolares en casa? |
2. ¿Qué estrategias utiliza a la hora de enseñarle a su hijo/a los procesos de lectura? ¿Cómo los utiliza? | 2. ¿Qué elementos les gustaría tener en casa para apoyar pedagógicamente las tareas de sus hijos? |
3. ¿Qué estrategias utiliza a la hora de enseñarle a su hijo/a los procesos de escritura? ¿Cómo los utiliza? | 3. ¿Cuál es el método que ustedes utilizan para enseñarle a leer y escribir a su hijo? |
4. ¿Cómo considera usted que influye su forma de enseñanza de escritura en el aprendizaje de su hijo? | 4. ¿Qué estrategias les gustaría integrar a la hora de hacer las tareas con sus hijos? |
Fuente: Elaboración propia.
Procedimiento de análisis
Una vez obtenidos los datos, se organizó la información de los participantes digitándola y conservando su originalidad, permitiendo así validar los datos y generar códigos que explicarían el fenómeno de estudio. Por su parte, la triangulación se realiza a través de una matriz en Excel en la que se consolida toda la información obtenida a través de los diferentes instrumentos que fueron aplicados. Las respuestas de cada uno de los participantes se contrastaron con cada una de las categorías de análisis. Cada participante contó con un código, para los padres M# (mamá), P# (papá) y los estudiantes E#. Posteriormente se realizó el análisis general por categoría lo que permitió la saturación y codificación de los datos, la elaboración de tablas, gráficas y, por tanto, el informe final de investigación (Figura 1).
Resultados
Los resultados que se presentan a continuación se obtuvieron a partir de la triangulación con codificación abierta y su posterior interpretación. De esta manera se identificaron las tendencias en torno a las prácticas lúdicas familiares en los procesos de lectoescritura de los niños de primer grado, las cuales se presentarán en las siguientes cinco categorías: 1) estrategias de orientación familiar, 2) procesos lectoescritores, 3) prácticas lúdicas familiares, 4) relación padres e hijos y 5) estrategias lúdicas.
Estrategias de orientación familiar
En esta categoría, se abordan los hallazgos obtenidos desde la observación realizada a las familias de los estudiantes del grado primero, en las cuales se identificaron los métodos que emplean cada una de ellas al momento de realizar las tareas escolares de lectura y escritura en el hogar. Por consiguiente, se dan a conocer los hallazgos obtenidos a partir de la subcategoría: tareas escolares en casa.
Tareas escolares en casa
De acuerdo con la Figura 2, el 67% de las familias no cuentan con estrategias lúdicas para orientar las tareas escolares de lectura y escritura de sus hijos, esa es la razón por la cual suelen apoyarse de la cartilla Nacho y el cuaderno ferrocarril. Por su parte, el 16% emplea las fichas silábicas para la formación de palabras, y la práctica de la lectura y escritura posteriormente. Por último, el 17 % utiliza los apoyos gráficos del abecedario y de las silabas trabajadas en las clases para su reconocimiento y memorización.
En este sentido, en el ámbito del hogar, suelen ser las madres quienes se encargan del acompañamiento y orientación de las tareas escolares de sus hijos, mientras que solo un padre asume esta responsabilidad dadas las limitaciones académicas de su esposa. Por otro lado, la mayoría de las madres y los padres participantes se apoyan en lo indicado por la profesora de sus hijos. Finalmente, es importante reconocer que en casi todos los hogares cuentan con ambientes pertinentes de aprendizaje tales como escritorio o comedor rodeado de silencio para la concentración de los niños.
Procesos lectoescritores
En esta categoría se encuentran los resultados obtenidos desde la observación y el grupo focal efectuada a las familias del grado primero y que permitieron reconocer cómo emplean estrategias para la lectura y escritura desde las tareas escolares en casa. Para ello, se describen los resultados a partir de la siguiente subcategoría: lectura y escritura en grado primero.
Lectura y escritura en grado primero.
En las familias participantes se hace evidente que tanto en la lectura como en la escritura suelen emplear el método silábico. Para el caso de la lectura, las familias suelen enseñar a sus hijos la combinación consonante-vocal formando sílabas, memorizándolas y finalmente leyéndolas. Otras familias se apoyan con el método global donde la memoria gráfica del niño posibilita el reconocimiento de las palabras para su pronunciación.
Por su parte, para el proceso de escritura, las familias tienden a utilizar el dictado de palabras haciendo énfasis en la pronunciación de cada sílaba y posteriormente, realizan la lectura de lo escrito. Es así como en la mayoría de los niños y las niñas se evidencia el manejo correcto del renglón, el uso de mayúsculas, la buena caligrafía y el manejo de los espacios (Tabla 4).
Procesos lectoescritores en grado primero | ||
Lectura | Escritura | |
Se evidenciaa nivel general el manejo del método silábico. | Proceso que se lá después de la lectura | |
Terminada la lectura de la palabra por silabas, la repiten para que el estudiante comprenda lo que está diciendo. | Las familias tienden a apoyarse a través del dictado de oraciones. | |
Se percibe que los niños piensam muy bien antes de pronunciar. | Emplean el método silábico como en la lectura. | |
Los niños muestran seguridad y confianza al leer. | Terminada la escritura de las oraciones, las leen, para que comprendan lo que ha escrito. | |
Este proceso es realizado con el apoyo de la cartilla Nacho como único material didáctico. | Hay buen desarrollo de la habilidad al escribir. | |
También emplean algunas ayudas, como representaciones gráficas de las letras del abecedario y fichas de las silabas. | Manejo adecuado del renglón. | |
Aprenden desde la memoria gráfica. | Letra clara y legible. | |
La mayoria de los niños hacen um uso correcto de las mayúsculas y dejan el espacio adecuado entre palabras. |
Fuente: Elaboración propia.
Dado lo anterior, las familias manifiestan no tener las herramientas didácticas y pertinentes para enseñarles a sus hijos. De este modo se les hace difícil orientar las tareas de lectoescritura en casa, ya que suelen estar acompañados por actividades o métodos rutinarios que han generado en los niños falta de motivación por aprender. Por su parte, en los estudiantes se percibe el desconocimiento del juego como herramienta de aprendizaje. Es por esa razón que aprender a leer y escribir jugando desde casa es asociado a la distracción y a la pérdida de la concentración a la hora de hacer las tareas escolares
Prácticas lúdicas familiares
En esta categoría se abordan los hallazgos resultantes de la aplicación de materiales y artefactos a estudiantes (dramatizado) y una entrevista semiestructurada a padres de familia, en los cuales se analizaron las prácticas lúdicas familiares que influyen en los procesos de lectoescritura de los estudiantes. La subcategoría a abordar es: actividades lúdicas lectoescritoras.
Actividades lúdicas lectoescritoras
A partir del dramatizado (hora de hacer tareas en casa), los niños dejan entrever que la mamá es quien orienta y acompaña en la realización de las tareas escolares utilizando como apoyo la cartilla Nacho, mientras que el padre suele ser observador. Por lo general, en el rol de madre, se hace evidente la atención y corrección cuando el hijo lee o escribe. También emplea la regla para señalar las palabras que el hijo se encuentra leyendo. El dramatizado entonces, arroja la casi nula utilización de prácticas lúdicas a la hora de enseñar a leer y a escribir a sus hijos (Figura 3).
No obstante, en los roles de padre y madre ejercidos, se evidencia el uso de la imaginación, la creatividad e incluso los métodos con los que los padres han aprendido cuando fueron niños, lo cual brinda seguridad a la hora de orientar las tareas. Así lo manifiesta una madre:
Profesora, yo no uso estrategias como tal, simplemente me siento con ella [con la hija] y le digo: esta es la letra tal. Le repaso varias veces y después dejo que ella lo haga sola. Esa es mi manera y ha funcionado un poquito (Comunicación personal, M1.2, 25 de marzo de 2021)1
Es así como para los padres, la enseñanza de la escritura y la lectura se hace compleja puesto que deben esperar a que los niños memoricen las silabas, las asimilen, las asocien, las representen con sus grafías y posteriormente las lean. No obstante, el cuaderno ferrocarril les ha ayudado para tener buena caligrafía, el uso correcto en la escritura de las consonantes mayúsculas y minúsculas, manejo de espacios y tamaño pertinente.
Relación padres e hijos
En esta categoría se presentan los hallazgos obtenidos desde los materiales y artefactos (dibujos) y la entrevista semiestructurada a los niños, en la cual se aborda la subcategoría: dimensión comunicativa.
Dimensión comunicativa
A partir de los dibujos realizados (tareas en casa), se evidenció que la autoridad al momento de hacer tareas es ejercida por la mamá, quien suele ser respetuosa y brinda atención a los hijos. Además, se hace notoria la buena relación entre ambos, sin expresiones de temor o rechazo hacia la orientación que brinda la madre (Figura 4). También se observa que el papá tiene poca participación en dicho momento.
Dentro de esta relación padres e hijos a la hora de realizar las tareas escolares, se hace notorio que las mamás presentan disposición y paciencia para orientar las tareas de los niños, cosa que se debe a su presencia en el hogar. Por el contrario, los padres se encuentran ausentes en varias ocasiones a causa de sus labores en el campo y el cansancio. Al respecto, algunos estudiantes expresan:
Me gusta hacer las tareas con mi mamá porque no me regaña ni me pega si me equivoco. En cambio, mi papá me pega cuando hago mal la tarea (Comunicación personal, E5.4, 25 de marzo de 2021).
Cuando mi mamá está ocupada mi papá me ayuda en las tareas, pero a veces se porta bien conmigo y otras me regaña porque no me tiene paciencia (Comunicación personal, E3.5, 25 de marzo de 2021).
En este sentido, a pesar que el padre presenta dificultades a la hora de orientar las tareas de lectoescritura de sus hijos, se percibe satisfacción y alegría por parte de todos los miembros de la familia porque observan en ellos un avance. Así mismo, existe prevalencia de una buena comunicación en el hogar, cosa que estrecha los vínculos filiales y propicia en ellos el responsabilizarse del aprendizaje de sus hijos.
Estrategias lúdicas
A continuación, se presentan los hallazgos obtenidos del grupo focal, en el cual se identificaron las necesidades tanto de padres como de estudiantes a la hora de enseñar lectura y escritura en casa, lo cual posibilitó diseñar una guía lúdica familiar que los orientara al respecto. Las subcategorías a desarrollar son: 1) métodos de lectura y escritura y 2) Guía de estrategias lúdicas lectoescritoras.
Métodos de lectura y escritura.
Suele manifestarse en los niños participantes, el anhelo porque sus padres les enseñen en casa a partir de la diversión y temas que generen interés en ellos. Según sus entrevistas, los padres de familia no exploran recursos, sino que se ciñen a lo indicado por la profesora. Según los reportes, no hay juego o actividades lúdicas que les permitan aprender a leer y escribir más fácilmente, así lo expresan algunos de ellos:
Para hacer las tareas usan la regla, el cuaderno, la cartilla Nacho y el lápiz. No jugamos (Comunicación personal, E4, 25 de marzo de 2021).
Jugando sería vacano y chévere aprender (Comunicación persona, E6, 25 de marzo de 2021).
De este modo, se reitera en la ausencia de conocimiento y de estrategias para orientar las tareas de lectura y escritura en el hogar. Los padres suelen combinar el trabajo, las labores del hogar y el acompañamiento de tareas de sus hijos haciendo uso del poco tiempo que les queda. Sin embargo, se evidencia que las familias establecen rutinas y hábitos con sus hijos, los cuales cumplen en horas de la mañana. Según los padres, las primeras horas del día son mejores para el aprendizaje porque ni ellos ni los niños se sienten casados o con deseos de jugar.
Guía de estrategias lúdicas lectoescritoras
A partir de los resultados anteriores, surge la iniciativa de proporcionar a las familias herramientas, estrategias o métodos lúdicos que les permita motivar a sus hijos a aprender de una forma divertida en casa, y que, a su vez, contribuya al fortalecimiento de las habilidades comunicativas propias de su edad y grado (Figura 5).
Esta Guía de estrategias lúdicas para la familia, contiene el origen de la propuesta, la explicación práctica de los niveles de la lectura y escritura en niños de primer grado, una carta dirigida a los padres a padres de familia, las instrucciones de uso de la guía, las actividades en los diferentes niveles: presilábico, silábico, silábico alfabético y alfabético. Finalmente, se presentan una serie de páginas web que brindan recursos en línea.
Discusión
En torno a las estrategias de orientación familiar, García Muñoz y Martínez Gil (2014) reconocen las estrategias lúdicas como elementos de transformación y de aprendizaje que logran mantener la motivación en la lectura y escritura. No obstante, las familias participantes no cuentan con las estrategias adecuadas debido a que, la mayoría, no culminó la primaria, sin embargo, la manera empírica de orientar las tareas de sus hijos ha provocado avance en su nivel de lectura y agilidad para la escritura. Atendiendo a esta situación, para Ocaña (2009) es indispensable incorporar a la familia en los procesos de enseñanza para que puedan lograr los fines educativos desde el hogar. De esta manera, se les incentiva a aplicar de una mejor manera su rol como padres y madres.
Por su parte, en relación a los procesos lectoescritores, Acevedo, Espinal Gil y Vargas Villa (2020) explicitan que la lúdica es uno de los elementos que posibilita vínculo estrecho entre los padres e hijos puesto que promueve la interacción entre ellos, fomenta la formación en valores y el desarrollo de la personalidad. Así mismo, la lúdica procura el gozo y la creatividad para ambos en torno a la adquisición de saberes, al respecto García Muñoz y Martínez Gil (2014, p. 27):
En los procesos de Lectura y escritura la lúdica juega un papel muy importante ya que esta enriquece los procesos de enseñanza, fomentando la participación, la colectividad, creatividad y otros principios fundamentales en el ser humano. La lúdica con una estructura determinada es la que le permite al estudiante obtener aprendizaje significativo.
Es por esa razón que, en las prácticas lúdicas familiares, a pesar que los padres participantes aplican métodos comunes o preestablecidos a la hora de hacer tareas de lectura y escritura con sus hijos, demuestran interés por aprender otros métodos de enseñanza diferentes a los tradicionales. Es así como se encuentran dispuestos a vincular el juego en sus prácticas educativas, pero, en la medida que un profesional los oriente. Según Pineda Robayo y Filicetti (2018) el docente como colaborador y actor en la labor conjunta de formar a los educandos, ha de introducir a los padres en la enseñanza de sus hijos a partir de la comunicación, los sentimientos y la expresión orientados hacia el entretenimiento, la diversión y el dinamismo (Peña Torres, 2019; Balanta Quintero, Díaz Ramirez, & González Torres, 2015). Por su parte, para Arango Echeverri y Torres Bravo (2016), el niño necesita integrar elementos lúdicos para aprender a leer y a escribir, dado que le permitirán equilibrar conocimientos, habilidades y destrezas indispensables en cada etapa de su desarrollo, lo que le facilitará su desempeño en la vida social.
Ahora bien, en cuanto a la relación padres e hijos, las familias participantes demuestran responsabilidad en el acompañamiento y orientación de las tareas escolares de sus hijos. En particular, mencionan la paciencia y el amor como los elementos primordiales para que los niños del grado primero puedan comprender lo que ellos les quieren enseñar. De esta manera, se genera en cada uno de los niños sentimientos de seguridad y confianza para el desarrollo de sus habilidades lectoescritoras. Al respecto, Navarro Saldaña, Vaccari Jiménez y Canales Opazo (2001) afirman que las relaciones familiares influyen de manera significativa en los resultados afectivos y formativos logrados por parte del educando.
Adicionalmente, las familias han logrado crear hábitos a la hora de realizar las tareas dado el estilo parental democrático que se aplica al interior del hogar. Esto ha posibilitado que los niños del primer grado sean responsables, cumplan las normas establecidas, respeten la autoridad y participen en el establecimiento de acuerdos en casa. De ahí que los estilos parentales de educación ejercen gran influencia en el desarrollo de las emociones, las habilidades sociales, la comunicación asertiva y las competencias sociales (Câmara Estrella & López González, 2011).
Finalmente, en torno a las estrategias lúdicas, se hace evidente que los padres participantes necesitan formarse de manera pedagógica para contribuir en las habilidades lectoescritoras de sus hijos del grado primero. La ausencia de estrategias lúdicas en los procesos de enseñanza de la lectura y la escritura en los niños limitan el proceso hacia el desarrollo cognitivo, dejando de lado el aprendizaje como un suceso de descubrimiento y de diversión (Cardozo, 2008). Es así como la lectoescritura en los niños del grado primero trasciende el escenario de aprender a leer y escribir. En esta etapa, la lectoescritura permite la significación de cada uno de los procesos de aprendizaje en los cuales se ve inmerso el infante. Para ello, se requieren de estrategias lúdicas que posibiliten el descubrimiento, la motivación y la diversión en los niños, cosa que servirá de cimento para las habilidades comunicativas. De ahí que familia y escuela tienen la responsabilidad de trabajar sinérgicamente empleando conocimientos pedagógicos y estrategias didácticas que lleven al niño a un avance propio de su edad.
Conclusiones
Para aprender a leer y escribir se requieren de estrategias lúdicas que hagan de éstos, actos de descubrimiento, de motivación y de diversión en los niños en sus primeras etapas de aprendizaje. A partir de allí, los métodos lúdicos de enseñanza para el desarrollo de las habilidades comunicativas cobran relevancia, ya que propician a los cuidadores, una mejor manera de enseñar a sus hijos, y, por lo tanto, fortalecer la relación escuela- familia.
La aplicación de prácticas preestablecidas en los hogares para la enseñanza de la lectura y la escritura, ausentes de la lúdica, limitan el aprendizaje de los niños de primer grado. Por lo general, suelen ser orientadas al desarrollo cognitivo, dejando de lado el carácter holístico que trae consigo el juego, la diversión y el goce. Es así como surge la necesidad de proporcionar a las familias estrategias lúdicas que les ayuden a orientar los procesos lectoescritores de sus hijos. Así pues, transformar sus prácticas de enseñanza posibilita en los padres de familia trazar metas, buscar herramientas, fortalecer los vínculos y divertirse a la hora de hacer tareas escolares con los niños.
A partir de lo anterior, se evidencia la necesidad de escolarización de los padres dado a su poco concimiento sobre las prácticas lúdicas que inciden en los procesos de lectoescritura de sus hijos de grado primero de la Institución Educativa Antonio Nariño sede La Cooperativa de Fuentedeoro-Meta. Todavía se evidencia en las familias prácticas tradicionales tales como: la enseñanza de la lectura y la escritura a partir de la formación de silabas, siendo éstas señaladas por el dedo, un lápiz o la regla, esperando a que el niño las memorice, las apropie, posteriormente las represente y por último las lea. Esta ausencia de estrategias se debe a la falta de conocimiento, por parte de los padres, para orientar las tareas de manera significativa vinculando el juego. Es por esa razón que los niños del grado primero presentan poca motivación, requiriendo entonces espacios en el hogar que los incentive y permita disfrutar el aprendizaje de la lectura y la escritura.
Como limitante del estudio, se encuentra la situación coyuntural por la cual atraviesa el mundo a causa del Covid-19, la cual limitó abarcar una muestra mayor. Dado que para el momento del trabajo de campo Colombia no había obtenido las primeras dosis de vacunas, los padres de familia que accederieron a participar de la investigación en conjunto con sus hijos, fueron pocos. Es por esta razón que se restringe la amplitud del estudio, el contacto con ellos y en consecuencia, los resultados.
Ahora bien, como recomendaciones a nivel educativo, se hace necesario establecer un vínculo entre escuela-familia en la responsabilidad compartida del desarrollo, fortalecimiento y significación de los procesos educativos de los niños. Para ello, se requiere que la institución educativa se acerque a los padres para formarlos en las herramientas pedagógicas y didácticas que les facilite realizar el acompañamiento pedagógico en casa, y por tanto, complementar el trabajo realizado en la escuela. A nivel científico, se sugiere tomar una muestra mayor y bajo distintos grados de escolaridad con el propósito de profundizar sobre otros factores familiares que incidan en el aprendizaje de la lectura y escritura. Así mismo, se recomienda tomar la voz de las propias familias en la formación de sus hijos, ya que, a través de su propia experiencia se pueden identificar las fortalezas y falencias que se presentan durante el acompañamiento pedagógico desde sus hogares.
Cabe mencionar que se hace necesario que futuros investigadores profundicen sobre la influencia de los bajos niveles académicos de los padres en el aprendizaje de los niños, y las consecuencias que trae consigo el tiempo dedicado a la orientación de tareas en casa. De igual manera, se recomienda mantener la legitimidad de la voz de las familias en torno a sus prácticas parentales, sin escatimar sus niveles de formación, antecedentes, limitantes o cualquier otra característica, así como incluir la revisión bibliográfica de políticas públicas establecidas por el Ministerio de Educación Nacional o Secretaría de Educación que atiendan el vínculo familia-escuela.