Rizoma introito. Necesidades y categorías

Estudiar a Paulo Freire con pensamientos abiertos al legado de freiriano a los cien (100) años de su nacimiento es asumir una postura decolonial planetaria ante la comprensión y admiración por uno de los seres humanos más inmensos en su sentir hacia la humanidad y desde luego a su legado. Un ser sacrificado en su cuerpo en las favelas de Brasil inicialmente por la liberación, y luego traspasando los continentes. Liberación, ética, filosofía política son categorías por explorar en Paulo Freire, aún con muchos estudios realizados sobre ello. Y esto no es posible realizar expeditamente bajo las mentes colonizadas que causaron la problemática en las naciones a las que el pedagogo de las favelas, el andariego de la utopía combatió.

Es Paulo Freire un ser humano ejemplo de su praxis, no fue un elitista de oficina, de libros ejemplares realizados en las paredes frías mientras la crisis arde en el campo de acción; sino él que produjo sus letras con sacrificios en cada uno de los pueblos donde tocaba cada persona en su propia pobreza, en su analfabeta condición; en su abandono por las políticas de estado fariseas que llevan a una franja de indefensión, de que aún pese a todo lo realizado, están por ser tocadas de la misma manera, con la pasión y fe freiriana donde ética, política, liberación las exploraremos a la luz de la decolonialidad planetaria.

¿Por qué decolonialidad planetaria? Dos justificaciones iniciales: se trata de una indagación transmetódica, más allá de los métodos modernistas, que es compleja, y que los paradigmas antítesis de la complejidad están enmarcados en los proyectos coloniales (^{RODRÍGUEZ, 2021a}). Y la otra justificación es que los análisis modernistas-postmodernistas-coloniales, unidisciplinarios de las obras freirianas no develan su esencia en toda su complejidad, ellos resguardan tibiamente la soslayación. No olvidemos que “la ‘modernidad’ es una narrativa europea que tiene una cara oculta y más oscura, la colonialidad. En otras palabras, la colonialidad es constitutiva de la modernidad: sin colonialidad no hay modernidad” (^{MIGNOLO, 2009}, p. 39).

La decolonialidad planetaria es la misión liberadora de la transmodernidad, de las victimas oprimidas hoy en plena era de la globalidad tecnológica, donde la educación y los saberes toma en cuenta la complejidad y toda extensión de los aportes inclusivos del Sur y de los países soslayados de la tierra-patria. En los estudios freirianos con decolonialidad planetaria se da la liberación del sujeto (^{RODRÍGUEZ, 2021b}) que atiende a procesos complejos del ser humano y su conformación como ciudadano del mundo en una decolonialidad planetaria (^{RODRÍGUEZ, 2021c}).

La tierra-patria significa la matriz fundamental para la conciencia y sentido de arraigo que ligue a la humanidad con la tierra apreciada como primera y última patria, “la patria es el término masculino/femenino que unifica en él lo material y paternal. (…) la pertenencia a una patria da lugar a la comunidad fraternal de patriotas y de hijos de la patria frente a cualquier amenaza externa” (^{MORÍN; CIURANA; MOTTA, 2002}, p.79). Desde luego, en medio de la injusticia por la tierra en todo sentido aún no estamos considerando la diada tierra-patria, aún vivimos en la era tecnología en plena barbarie, edad de hierro, desmitificación, sobrevivencia.

Reconocer la herencia freiriana bajo la decolonialidad planetaria es imperioso; no sólo luchó Paulo Freire por las miserias más urgentes en un tiempo de la historia de Brasil, Chile, entre otros países. Fue y es la lucha contra “la injusticia de un sistema que llevado de la mano por los propios congéneres nos quiere seguir perpetuando la falta de fe y la creencia en que nos corresponde vivir la crisis y la colonialidad que se permuta de redentora” (^{RODRÍGUEZ, 2021e}. p.11).

Paulo Freire conoce la doble intencionalidad de la educación, y cuando habla con Michel Montaigne de la cabeza repleta, y la cantidad de conocimientos (^{MONTAIGNE, 2007}) y el exceso de contenido, no está en contra del ser humano letrado, lleno de sabiduría y complejo modo de conocer, de procesos metacognitivos de alto nivel liberador, que pretende dominar varias aristas del saber. No. El legado freiriano nos incita a otra alerta en esa doble intencionalidad: la educación alienante.

Leamos con detenimiento: “el problema fundamental, de naturaleza política, está coloreado con tintes ideológicos, a saber, quién elige los contenidos, a favor de quién y de qué estará su enseñanza, contra quién, a favor de qué, contra qué” (^{FREIRE, 1993}, p. 105). Cuando revisamos los programas nos conseguimos con contenidos ajenos a la vida del discente, repetitivos de historias a conveniencia del dominador, contenidos que no reconocen los saberes étnicos, menos la historia liberadora de las naciones.

Se trata de que la educación siempre tiene naturaleza política, ahora el asunto es: ¿a favor de quien se educa? Y desde luego esa naturaleza política sigue siendo en la mayoría de los casos a favor de la colonialidad, de los dominantes. Muy pocas veces de la liberación. No podemos esperar que los opresores sean los portadores de la decolonialidad planetaria, de la educación liberadora. Claramente los convocamos y ellos están incluidos en nuestra liberación. Pues la educación liberadora es inclusiva y redentora del oprimido; pero jamás excluyente del opresor; si de los proyectos dominantes.

Sin duda, la obra freiriana está cargada de fe y esperanza, activa en el campo de batalla y no como un soñar dormido a favor de la pasividad que provoca la soslayación en una entrega a amparo del dominante; creyéndose inútil y en poca posibilidad de liberarse a sí mismo en su propia escena de miseria, Paulo Freire entonces muestra la pedagogía de la esperanza como un reencuentro con la pedagogía del oprimido (^{FREIRE, 1993}).

Por ello, la categoría re-ligar (^{RODRÍGUEZ, 2019a}) ha resurgido en el análisis en un re-inventar, en un re-intervenir freiriano; por ello debemos estar consciente que en la educación debe haber una re-intervención en el plano ético, la re-ligancia se manifiesta como el desafío de construir vías de diálogo y comprensión de respeto por la diversidad cultural (^{RODRÍGUEZ, 2021d}); minimizando la inhumana condición humana, impulsar la sociedad política-ecosófica salvaguardadora de nuestra cultura y originarios de nuestras regiones.

En el plano político, encarna una antropolítica que desmitifique los currículos, el ejercicio de poder, re-construir teorías y sus aplicabilidades. En el plano humano y la convivencia propone re-ligarse a un pensamiento del Sur decolonial, al no ser excluyente e inclusivo (^{RODRÍGUEZ; LEMUS, 2020a}), ese re-ligar es urgente para visionar la esencia liberadora, política, filosofía ética en el legado freiriano.

Rizoma transmetódico. La deconstrucción rizomática en el legado freiriano

Bajo el transparadigma complejo, estamos atendiendo a Paulo Freire en la idea de sistema “remite a la unidad compleja del todo interrelacionado, a sus caracteres y sus propiedades fenoménicas», la idea de organización «remite a la disposición de las partes dentro, en y por un Todo” (^{MORÍN, 1977}, p.127). Y la educación liberadora es ateniente a la complejidad del ser en el planeta tierra.

Por ello, es menester que tomar en cuenta que “la concepción del ser humano en los estudios transmetódicos complejos llevan la esencia de lo entramado del ser, ser humano; atiende a que el conocimiento de lo humano debe ser a la vez mucho más científico, mucho más filosófico y en fin mucho más poético de lo que es; fuera de los laboratorios reduccionistas de la ciencia clásica moderna” (^{RODRÍGUEZ, 2021a}, p.11). Convencido estamos de la insurrección que devela la posibilidad de investigar en la liberación del sujeto investigador.

Comprendemos que el legado freiriano como un legado de la tierra-patria, complejidad de creación “su campo de observación y de reflexión es un laboratorio muy extenso, el planeta Tierra, en su totalidad, su pasado, su devenir y también su finitud, con sus documentos humanos que comienzan hace seis millones de años” (^{MORÍN, 2001}, p. 17). Freire tiene entonces los kilómetros de vuelo del andariego de la utopía, es Paulo Freire en el Sur la utopía en la praxis en el centenario de su nacimiento (^{RODRÍGUEZ, 2021e}).

Esta indagación trata de una insurrección a las metodologías tradicionales, reduccionistas y coloniales de investigar; de allí la denominación de rizomas a los encuentros de la gran temática: educación. Los rizomas son antigenealogías que usan esta palabra originaria de la Biología para indicar el enmarañado proceso de construcción que ha incurrido a las denominadas investigaciones divididas disyuntivamente por: introducción, desarrollo, resultados y conclusiones de las investigaciones tradicionales (^{RODRÍGUEZ, 2019b}).

Por ello, como objetivo complejo vamos a sustentar la ética, liberación y filosofía política en el legado freiriano desde un análisis transmetódico. Bajo la deconstrucción rizomática. En la que develamos aristas importantes para el análisis de dichas categorías, en la que se queda en el intento cuando el paradigma que lo lleva es la modernidad-postmodernidad-colonialidad, pues no devela le verdadera liberación del andariego de la utopía. La presente son estudios continuados en la línea de investigación titulada: Paulo Freire: el andariego de la utopía en las transmetodologías.

Se realiza una reconstrucción esperanzadora, llena de una profunda fe, en la que liberación, ética en una filosófica política de alto nivel cogitativo:

En esta reconstrucción donde vemos como Paulo Freire es un decolonial planetario adelantado en su tiempo y cátedra de liberación en tiempos de soslayación, no podemos dejar pasar por alto sus serios aportes en la liberación onto – epistemológica del conocimiento a la luz de las construcciones de las subjetividades del sujeto y sus necesidades

(^{RODRÍGUEZ, 2021e}, p.92).

La deconstrucción rizomática liberan ecosóficamente al sujeto investigador, tanto en lo social, ambiental y espiritual dicho investigador está inmiscuido directamente en primera persona con sus aportes, la objetividad supuesta exigida por las investigaciones modernistas-postmodernistas-coloniales ha caducado. Así, el sujeto investigador no está atado a ninguna soslayación y así sus creencias en Dios y en toda subjetividad donde se crea parte ecosófica, como arte de habitar en el planeta al investigar (^{RODRÍGUEZ, 2019b}). Y es que reconstruimos el legado Freirianao en las categorías mencionada con el convencimiento de su alto valor ecosófico, en búsqueda del arte de habitar en el planeta. Paulo Freire se adelanta a los tiempos en la búsqueda de la liberación que nos lleve a la sabiduría para vivir.

Rizoma crisis en deconstrucción. Ética caducada, liberación y política olvidada en la colonialidad

Quisiera señalar que la deconstrucción ha comenzado, en la crítica colonial, en su crisis antiética desde el comienzo de la indagación; el ser deconstructivo verdaderamente es un ejercicio de justicia Freiriano ante la crisis mundial de valores, de amor, ante las falsas políticas de estado donde escasea la ética; ha sido reducida a reglas moralistas en la colonialidad que llega a ser global; en donde se reparte las injusticias en todo sentido.

Es de hacer notar que la deconstrucción como accionar es un oficio Freiriano en todas sus obras. Pues siempre estuvo el pedagogo desmontando, decolonizando la educación, las acciones, las política de turno. En general Paulo Freire era un deconstructor de la palabra que le imprime liberación a la soslayación que puedan traer en sí mismo. Por la palabra se han metido en la psique muchos discursos alienantes y le han hecho creer al dominado que es el destino de su historia se desarrapado de la vida.

El ejercicio antiético llega a mostrarse en la falta de compasión ante ese desarrapado que dista mucho que desear, pero que sabemos que habitamos en la tierra con una civilización en la edad de hierro como bien lo afirma Edgar Morín; por ello clama por la recivilización; la supremacía hegemónica de la decadencia humana, por ello habla la luciérnaga de la antropolítica como “tercero en discordia en los conflictos relacionados con la ideología. No es una tercera fuerza ni un árbitro, sino un tercero que se niega a reducir el problema de la política a las antítesis dominantes” (^{MORÍN, 2002}, p. 125). Habla la luciérnaga de la humanidad de la falsa política, politiquerías de la humanidad que toman de escusa cualquier pensamiento creencia para las injusticias que recorren el planeta.

En este sentido, el andariego de las favelas, el gran pedagogo en homenaje, habla de la educación liberadora pues él sabía, Paulo Freire, y es de plena vigencia que la educación es y sería el eje de dominio de gran poder alienante. Especifica que del mal comprendido en un mal que ignora y desmitifica el racionalismo en la educación con un corazón vacío de amor, fe y empatía por ese ser humano educando que espera más allá de un poder que soslaya, que pide en depósitos que sean comprados textuales los depósitos y sean repetidos como títeres en medio de una vida que se hace cada vez más sin sentido; distante del ser que supuestamente se educa; “elitismo autoritario de los que se creen dueños de la verdad y del saber articulado” (^{FREIRE, 2010}, p.43). Si la educación bancaria que ataca cada vez más con su legado el pedagogo de las favelas; denuncia de una praxis educativa sin ética que adoctrina; y que ya sabía Paulo Freire que sería difícil de erradicar mientras las mentes serviles al sistema defiendan su trinchera inhumana; dice el gran educador “tampoco comprendí nunca la práctica educativa como una experiencia a la que le faltara el rigor que genera la necesaria disciplina intelectual” (^{FREIRE, 2010}, p.139).

Es importante hablar antes de tratar un caso muy particular que los ejercicios antiéticos y politiqueros existen en los mismos gobiernos de estado portadores de supuestos ejercicios coloniales, que son taras como sátiras en la interpretación de la decolonialidad (^{RODRÍGUEZ, 2022}) que se han venido interpelando en las investigaciones; más bien es irónico pensar que “hoy más que nunca se hace necesario resolver la ambigüedad existente en el binomio degradación y progreso” (^{GIL, 2020}, p.110). Pero, nos subvertimos ante la crueldad del mundo y preguntamos en el camino al andar “¿progreso en la decolonialidad planetaria es la ruina de sus pueblos, a la independencia del capital y el regreso retrogrado al ínfimo vivir clamando por las primeras necesidades en cada familia? ¿De qué liberación estamos hablando? Las dadivas a favor del olvido del ser humano y su felicidad” (^{RODRÍGUEZ, 2022}, p.10).

En Venezuela, vivimos un ejercicio antiético y politiquero dentro por las falsas políticas de estado y fuera por la comunidad internacional que nos amenaza con invasión y secuestra nuestros recuerdos; el aparente des-ligaje del capitalismo beneficiando la ruina y falta de las situaciones mínimas de dignidad humana para vivir, aún en profesionales de alto nivel; el beneficiar al populismo bajo el paternalismo de unos pocos, desmitificando la meritocracia a favor del obrero supuestamente en puestos de necesaria formación; en general vivimos en nuestro inmenso país, rico en recursos naturales la ruina en todo sentido es una desfachatez que errante de liberadora es la más grande desgracia de un país como Venezuela (^{RODRÍGUEZ, 2022}). Sin duda, “uno de los desarrollos políticos más fatales de los últimos cien años ha sido la separación e incluso contradicción entre revolución y democracia como dos paradigmas de transformación social” (^{SANTOS; AGUILÓ, 2019}, 253); es esa la antipolítica, los ejercicios antihumanos que se ejercen.

Ante el dolor de los ejercicios antiéticos y politiqueros no se puede perder la oportunidad de la denuncia, “la indefensión a la que ha estado sometido el ser humano, en los brazos de una ciencia y de un desarrollo que declararon ser antropocéntricos, y terminaron siendo deshumanizantes” (^{GIL, 2020}, p.109). Es de declarar que la situación se agravo en tiempos de confinamiento, “la situación actual de confinamiento, amplia y refuerza estas formas de desigualdad. Amplifica la desigualdad de condiciones de familias, alumnado y profesorado para hacer de la educación una herramienta de emancipación social” (TARABINI, 2020, p.147). Son las realidades mutadas que Paulo Freire combatió en el planeta Tierra.

En Venezuela vivimos una educación ideológica, alienante, donde en épocas d pandemia ante el escaso uso de las tecnologías, la falta de recursos y planificación ha sido desvalorizada el educar, aunado a que “la familia siendo un dispositivo cultural fundamental no es quien debiera asumir la responsabilidad de “educar” (^{ARANCIBIA, 2020}, p.1). Y vivimos aunado a la destrucción de nuestras universidades

Una pedagogía en todo el sector educativo venezolano en conflicto, que no presenta aliento, esperanza y alternativas, más las que se están aplicando deslegitiman las posibilidades propias de la pedagogía como elemento que brinda al sujeto en el aprendizaje la posibilidad de sumarse a una aventura de entenderse en el mundo, de encontrar su vocación profesional, de ver cómo puede él aventurarse en el mundo social para autodesarrollarse y transcender, en cómo él forma parte de la historia y su compromiso ante esa historia, en definitiva, un asunto totalmente delicado que luego se retomará bajo la pluma de la esperanza para en el encuentro re-civilizatorio post-pandemia, porque a pesar de que el tiempo se nos presente oscuro, en Venezuela siempre, siempre hay esperanza

(^{RODRÍGUEZ; LEMUS, 2020b}, p.714).

Para culminar los alegatos en el caso de Venezuela se vive una ética caducada, liberación y política olvidada en la colonialidad disfrazada de liberadora; una fuga de cerebros es una óptica de la migración profesional interna en Venezuela (^{HUERTA, 2018}) y profunda corrupción, descomposición de las familias y los antivalores que cabalgan. Aunado a la fuga de cerebros, migración profesional interna en Venezuela (^{HUERTA, 2018}), que ante los salarios en el caso de los docentes rebajados en un 70%, los docentes se dedican a otras actividades rentables que apenas alcanzan la canasta básica de alimentación; en una anulación de los servicios sociales a los profesionales.

Son muchos alegatos a la ética caducada, liberación y política olvidada en la colonialidad, ejercicios anti Freirianos que dejan mucho que desear; pero que iremos en la línea de investigación mostrando como Paulo Freire sigue vigente aún en pleno siglo tecnológico; pues la humanidad está secuestrada en la inhumanidad de las políticas de estado y la colonialidad global.

Rizoma reconstrucción. Ética. Liberación y filosofía política en el legado freiriano

Paulo Freire entiende la ética como la posibilidad de comprender y manifestar en la praxis que enseñar exige comprender que la educación es una forma de intervención en el mundo (^{FREIRE, 1994}), reconocer que la educación es ideológica; que educar exige fe y amor por los educandos, se trata de una ética práctica y la toma de la responsabilidad que el proceso educativo es imperativo de la consideración de la condición humana que demanda un alto nivel de capacitación científica y de responsabilidad ética. Todo ello pudiera afirmase en la naturaleza política de la educación (^{FREIRE, 1994}) bajo lecturas decoloniales.

Sin duda, y en consonancia con Enrique Dussel la obra de Paulo Freire y todo su sentir en el accionar de vía es ética de la liberación y para la liberación, y aun cuando la globalización no mostrara como ahora las garras de la globalidad que permea la exclusión del ser humano; ya en Paulo Freire advertía con Enrique Dussel una ética de la liberación en la edad de la globalización y de la exclusión (^{DUSSEL, 2002}).

Paulo Freire entiende una ética del cuidado y la liberación, ética del amor y profunda empatía por el ser humano. Una ética que vuelve el revés de la política soslayadora, que ayer como hoy se práctica aún con mutaciones importantes de la colonialidad, admite que en la educación la intencionalidad cuenta tanto como el proceso de educar en comunión con el otro:

Ni la educación es una fuerza imbatible al servicio de la transformación de la sociedad, porque yo así lo quiera, ni tampoco la perpetuación del statu quo porque el dominante así lo decrete. El educador y la educadora críticos no pueden pensar que, a partir del curso que coordinan o del seminario que dirigen, pueden transformar al país. Pero pueden demostrar que es posible cambiar. Y esto refuerza en él o en ella la importancia de su tarea política pedagógica

(^{FREIRE, 1997}, p. 108).

La practicidad freiriana en la humanidad es ejemplo del accionar necesario hoy, no como algo lejano que se realizó y que abría que transformar demasiado para poder llevarlo a cabo hoy, no. Son las ideas de Paulo Freire vigencia de urgencia, “las ideas de Freire parecen más relevantes que nunca para el sistema de educación, porque pueden conducir a la liberación personal, la auto-determinación, la movilización y la acción política, y a una transformación social radical” (^{SERNA, 2016}, p.213).

Observen como ética-liberación-filosofía política se conjugan complejamente en dicho legado. ¿Por qué para muchos no ha sido de ayuda eficiente el legado de Paulo Freire para la liberación en estos tiempos? primero porque el amor por la liberación y el ser humano esta escaso. Segundo que para accionar como Paulo Freire hace falta una profunda fe en la humanidad, que desde luego escasea a favor de otros intereses. Tercero porque Paulo Freire creía en el potencial de ese analfabeta, no sólo de letras, que gritaba por liberación; sino de reconocimiento e inclusión de su propia valía en su conciencia y praxis.

Actualmente hace falta la fe en nuestro Sur, en lo que somos y en nuestra valía. Se continúa un espejismo Occidental y en un Norte que nos desmitifica. Son muchas razones, también porque pareciera que el oprimido se rezaga en su propia indefensión y se conforma con su especie de suerte, en el miedo y el engaño de las políticas soslayadoras de turno dirigida por sus propios hermanos que toman el poder prometiendo liberación en nombre de legados como el del pedagogo; pero que están llenos de un disfraz digno de desenmascarar. Hace falta un andariego del amor que toque almas y despierte espíritus.

Que gran falta hace la concientización-concienciación que devele que “la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación” (^{FREIRE, 1970}, 53), excelsitud vivida y compartida por Freire en todos sus espinosos caminos de amor por los seres humanos, donde advierte que educación sin liberación es soslayación, política al servicio del educando o política al servicio de las políticas opresivas; lo que sí que jamás la educación podrá ser neutra.

Conocer críticamente es educar en la concientización, un proceso disciplinado e intencional de acción y educación, que Paulo Freire denominó acción cultural (^{FREIRE, 1975}). Debemos aclarar la semántica de proceso disciplinado que no es la imposición del deber ser modernista de la educación como soslayación; disciplinado para Paulo Freire es la disposición a crear la concientización como liberación en el educando.

Para ello, el educador debe dejar de ser el oprimido conformista alienado al sistema dominante; no se puede imponer la concientización; se motiva a ello, se devela el valor como humano con su potencial de creación que el educando posee; se le devela su condición humana grandiosa dada por su creador: Dios, que lo hace grande e inmenso para educarse con la sabiduría. El discente debe estar lleno de la fe en sí mismo de la grandeza de ser persona, aunque este soslayado en un sistema inhumano (RODRÍGUEZ, 2020e). Es Paulo Freire cristiano de política y fe en que Dios no nos creó para padecer y ser excluidos.

Es de ser cuidadoso con la interpretación de lo que significa de acuerdo con Paulo Freire que “la concientización no puede existir fuera de la praxis, es decir sin el acto acción-reflexión. Esta unidad dialéctica constituye, de manera permanente, el modo de ser o de transformar el mundo que caracteriza a los hombres” (^{FREIRE, 1974}, p.30). De manera que el proceso de la utopía en la praxis es constante en la concientización y ambas se retroalimentan.

Paulo Freire, en referencia a educar para conocer críticamente la realidad y empoderarse para transformarla refiere a la alfabetización política (^{FREIRE, 1970}) se trata de la educación para la liberación, e insiste el pedagogo que debemos aprender a leer interpretando y “comprendiendo críticamente la realidad de forma tal que las situaciones limitantes y opresivas se confronten y trasciendan en el proceso de pronunciar nuestra palabra y re-escribir – aquí está la acción transformadora – la historia y el destino de nuestro mundo” (^{FREIRE, 1970}, p.68).

Así, “concientización-concienciación implica y trastoca el estado mente-espíritu de liberación que se permea en la educación liberadora subversiva a la tradicionalidad y insurge en la liberación del ser humano” (^{RODRÍGUEZ, 2021e}, p.61). La liberación desde el proceso concientización-concienciación, va el aula mente-espíritu con los antiguos en una educación compleja que explora y manifiesta las mejores esencias de ser: ser humano, en el aula mente-espíritu toman sus mejores potencialidades. Que confluyen en el ejercicio en la praxis de la concientización – concienciación (^{RODRÍGUEZ, 2021e}).

Aula mente-espíritu que rescata la máxima que la razón no sola se aloja en la mente sino también en el espíritu así el educando se educa y aprende en su cotidianidad, cultura, en la crisis que padece en su dolor permeado de su espacio no físico intersubjetivo cargado de sus necesidades y firme en su necesidad de liberación.

Por ello, de acuerdo con lo anterior el legado freiriano no delega la educación sólo a la escuela, en general a los docentes, pues habla de una ciudad educadora, la educación en la ciudad (^{FREIRE, 1995}) a la que tanto hablo diciendo que no sólo la élite es competente. Requiere en Freire una condición de excelsitud en la que la ciudad aporta, “una sociedad más abierta, que sirva a los intereses de las siempre desprotegidas y minimizadas clases populares y no sólo a los intereses de los ricos, de los afortunados, de los llamados “bien nacidos” (^{FREIRE, 1999}, p.168).

En cada lugar en su filosofía política Paulo Freire exigía el compromiso de cada quien, escasez en tiempos de desolación e indiferencia no sólo de los gobiernos; sino de la incompetente humanidad; acusaba directo el pedagogo para los que callan, para los que no se comprometen inclusive para ellos “no es posible colocarse nunca en la neutralidad o en la asepsia, que en realidad no existen, porque siempre, aun callando las denuncias que nos comprometen, o asumiendo pasivamente hechos o situaciones reprobables, estamos de hecho optando” (^{FREIRE, 1998}, p. 26). De neutralidad pretendida de silencio en indiferencia ajena está llena la humanidad, la escasez del ciudadano planetario, la lejanía de la concepción de la tierra como patria y del amor al otro como a nosotros mismos en la que nadie es sino en el otro y con el otro.

Una dialógica que es dialéctica en una filosofía política de alto nivel complejo en el que reconoce una objetividad ligada a la subjetividad y está a la objetividad, en la que no separa lo dialógico de lo dialectico, “ni objetivismo, ni subjetivismo o psicologismo, sino subjetividad y objetividad en permanente dialecticidad” (^{FREIRE, 1970}, p. 31). En esta filosofía política, el dialogo problematizador que Paulo Friere propende en la educación es dialógico-dialéctico; concretamos tales definiciones; el dialogo dialéctico está orientado a la “discriminación entre verdad y error mediante el pensamiento” (^{PANNIKKAR, 1999}, p.27) este tipo de diálogo parte de la hipótesis de que los participantes cooperan en una racionalidad, como el principio de no contradicción, y de ese modo pueden someter sus perspectivas a la audiencia de la razón (^{RODRÍGUEZ, 2021e}).

El diálogo dialéctico, si bien tiene su lugar en ciertos ámbitos de la vida humana, es insuficiente la educación liberadora y de alto nivel metacognitivo; hace falta entonces un nivel diferente como dialéctico; que es sobre objetos, en este caso de los saberes, sobre sus doctrinas, temas o problemas; pero el diálogo dialógico es entre sujetos, entre docentes y discentes, porque el dialogo entre ellos en la educación es sobre ellos mismos y de ese modo consiguen entrar cada uno en el universo cultural del otro; para ello e imperativo considerar la cultura, cotidianidad; “cuestión posible en la decolonialidad planetaria donde la educación y los saberes toma en cuenta la complejidad y toda extensión de los aportes matemáticos; inclusivos del Sur y de los países soslayados” (^{RODRÍGUEZ, 2021d}, p.17).

La particularidad ética y política del pensamiento de Paulo Freire indicada en su imperecedera persuasión de combatir comprometidamente por los valores que condesciendan edificar una sociedad nueva. Su legado es de alto valor ético en tiempos de desolación de deslealtad, y de alta colonialidad en manos de nuestros propios hermanos que dirigen las naciones y llevan las política educativas del momento; es una alerta freiriana que debe recorrer las naciones: la colonialidad permeadas de colonización por la dominación en nuestro propio terreno y naciones por parte de gobiernos disfrazados de decoloniales; perpetuando el engaño y aprovechando la tradicional colonialidad que se fue develando con el Norte y al imposición de la agenda global al Sur, luego de la invasión de Occidente en 1492.

Alerta Paulo Freire sobre la verdadera alfabetización, esa política al servicio del otro y el compromiso por colaborar y empoderarlos en la transformación de sus vidas:

Alfabetizarse, es aprender a leer esa palabra escrita en el que la cultura se dice, y diciéndose críticamente, deja de ser repetición intemporal de lo que pasó, para temporalizarse, para concientizar su temporalidad constituye, que es anuncio y promesa de lo que se ha de venir. El destino, críticamente, se recupera como proyecto

(^{FREIRE, 2007}, p. 21).

La educación problematizadora que cambia vidas y transforma proyectos a favor de la vida y las condiciones excelsas que todos merecemos vivir. Empeñemos en ello con gran fe en el educando, con amor por la humanidad y la certeza que en la educación Freiriana hay mucho por aportar aún, en plena soslayación.

Como tratamos de el caso venezolano sin duda, hace falta arrancarse las plumas, las uñas y pasar por la metamorfosis de la liberación, Se debe lograr el ejercicio de responsabilidad de la salvaguarda de los nuestros, de la vida, de los niños y niñas, de una conformación humana, en ir a los más íntimos imaginarios sociales sometidos en el que somos inferiores a los eurocéntricos, de esas minimizaciones estamos llenos aún en plena era, emerger en una subversión de alto poder educativo (^{RODRÍGUEZ, 2022}).

Educación problematizadora que liberan y empoderan a un mundo humano nos des-ligan de nuestras propias carencias de humanidad y nos llevan a la gran responsabilidad de educar para la libertad. Entendemos con ello, que la de Paulo Freire han estado llena de grandes acontecimientos que los han marcado en su re-ligar, en sus letras donde claman por un trato humano en unas paredes frías frente a un ser que padece que se llama educador. Docente donde no hay discencia, o carentes de políticas educativas que los apoyen a ser dignificados para dignificar. Desde luego, no podemos esperar políticas educativas justas, por ser injustas es que debemos empoderar para la liberación.

Para finalizar, más bien sentimos que comenzamos esta reconstrucción con las categorías mencionadas queremos explicitar las condiciones sabias de Paulo Freire para la enseñanza, su subversión y resistencia en las dificultades, es deseable plasmar el convencimiento freiriano que “es imposible enseñar sin ese coraje de querer bien, sin la valentía de los que insisten mil veces ante de desistir” (^{FREIRE, 2006}, p.8).

Para ello, debemos persistir con la interioridad e intencionalidad decolonial planetaria de Paulo Freire, el involucrarse en extraer el diamante que está en cada discente para infringir sin duda alguna, con gran fe, y provocar la liberación del ser humano que se toca con intencionalidades definitivas en sus vidas: la superación de la soslayación, la elevación de las condiciones de vida dignas, el reclamo de políticas educativas que respeten su condición humana; la urgente necesidad de comprometerse como visión de vida del educando, que es una eticidad práctica que traspasa las fronteras de lo que se cree han creído es ética y libertad en las paredes frías de la escritura. Paulo Freire toco vidas, se involucró en las de los demás superando sus propias condiciones. Se deslastro de las paredes de las dirigencias de las falsas políticas para quedarse en los espacios de sufrimiento de cada ser humano donde dejo su legado; quisieran muchos tener el coraje de andariego de la utopía.

Rizoma conclusivo en el manantial freiriano por explorar

Como objetivo complejo hemos sustentado la ética, liberación y filosofía política en el legado freiriano desde un análisis transmetódico. Bajo la deconstrucción rizomática. Es un estudio inconcluso que bebe agua del manantial freiriano que ejemplifica que su obra está por explorar. Que muchos análisis se realizan, pero que la praxis esta carente contrariamente de la utopía en la práctica. Desenmascara el análisis la necesidad de admitir que la obra freiriana se aplica muchas veces como visita al panteón para asegurarse de la muerte del pedagogo. No conviene la reconstrucción de la crisis mundial a la luz de la filosofía política de Paulo Freire.

Nuestra concientización-concienciación que no hay educación popular, liberadora sin la ética, es inclaudicable para Paulo Freire la ética, guía de accionar, antropoética en la responsabilidad en el accionar y acción política hacia el oprimido. El ejemplo de superación en la vida, la ayuda expedita en el que esta falta de fe, la esperanza para el oprimido y el amor por los seres humanos; esa talla del pedagogo debe ser llevada en los análisis considerando que llevo la lucha del oprimido y que le enseño como empoderarse en su lucha, que era el de su coterráneo, que es la de cada oprimido que grita en el mundo; pero también del que calla. Mucho del que calla, del conformista e indefenso.

Ética-liberación en su filosofía política es para el legado freiriano la decolonialidad planetaria misma en los pueblos del mundo, es ese el ejemplo de vida del pedagogo. No se trata de grandes reformas con las voces de Freire que mueren en el papel amarillento en desuso, llenándose del pedagogo mientras la utopía en la praxis es la letra muerta de dicho papel. Paulo Freire y su legado incita a empantanarse de la crisis del mundo, de los olvidados de la vida. Freire es acción cultural, movimiento de consciencias; pero también es legado de los ilustres que quieran verse reflejado en Paulo Freire.

No pretendo haber dicho sino letras vivas transmetódicas fuera de las que se dicen camuflajeados de colonialidad, disfrazas de liberación. Ínsito con paulo Freire a irse con su lucha a la utopía en la praxis, como docentes que nos duela el dolor de los discentes; pero no sólo como consuelo sino como investigación critica participativa accionada en la vida de dichos seres humanos.

No pretendo que estas letras despierten la tibieza de muchos de reconocer los grandes currículos en educación de muchos países sustentados en el legado freiriano, entre otros, pero que sabiéndolos letras muertas en la prácticas los evalúan de excelencias. Se enfrascan en la tibieza de los politiqueros de turnos y prestan sus nombres a la colonialidad de las mentes para apañar desventuras. Debemos reconocer que por ejemplo en el Sur, las políticas de turnos no se han encargado decolonialmente de sustentar una verdadera revolución hegemónica con los valores y conocimientos del Sur que nos empoderen con la grandeza de lo que somos y que seamos ejemplos a Occidente y el Norte, no. Se ha complacido a los demás a antojos de cualquier tipo, minimizado nuestra valía, y los docentes en la mayoría de los casos nos hemos quedado indiferentes, sin empoderar a los docentes de dichas necesidades. Urge un accionar freiriano certero que les duela lo nuestro.

Como autora, así como en la despedida en mí reciente libro freiriano, me despido como en la dedicatoria de todas mis creaciones: A Dios dedico todo lo que hago en el nombre de Jesucristo mi Salvador y Señor. Al proveedor de la sabiduría en medio de toda crisis a ÉL, mi todo, le digo: gracias por tu inmenso amor. “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia” (2 TIMOTEO 3:16). Así, “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto” (COLOSENSES 3:14), “porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (PROVERBIOS 2:6).