1 RIZOMA CATEGORIAL TRANSMETODOLÓGICO. CATEGORÍAS CONSTITUYENTES DEL OBJETO COMPLEJO DE ESTUDIO
La complejidad nos aparece, ante todo, como irracionalidad, como incertidumbre, como angustia, como desorden. El operador de la transformación no es ni el azar solo, ni la aptitud organizacional sola, sino su encuentro. ¿Cómo es que la ciencia sigue siendo incapaz de concebirse como praxis social? Necesitaremos también servirnos de nuestro pensamiento para repensar nuestra estructura de pensamiento. Nuestro pensamiento debe volver a su fuente en un bucle interrogativo y crítico. (MORÍN, 1984).
Las sociedades a las cuales se les niegan el diálogo y la comunicación y en su lugar se les ofrecen “comunicados” se hacen preponderantemente “mudas”. El mutismo no es propiamente inexistencia de respuesta. Es una respuesta a la que le falta un tenor marcadamente crítico. (FREIRE, 2009).
Las palabras de la luciérnaga Edgar Morín, y del andariego de la utopía Paulo Freire, ambos centenarios en sus nacimientos en este año 2021, epígrafes que anteceden la indagación están cargados de una realidad cruda, presente actualmente esperando que los aportes de estos dos complejos vayan cuan luces de la sabiduría, en el nombre de Dios a colaborar en las salidas que la crisis merece. Debemos repensar nuestro pensamiento, conformación de la que estamos hechas y en todo ello, el dialogo la comunicación asertiva es la convocada a reunirnos como seres complejos en la recivilización de la humanidad. Más aún en tiempos de indefensión.
Pero la praxis, la utopía como camino al andar debe permear nuestro hacer, pues “sin embargo, el cambio de la comprensión no significa, todavía, el cambio de lo concreto” (FREIRE, 2006, p. 25). En Paulo Freire la concienciación, como proceso humano que se instituye, indispensablemente, cuando la conciencia se hace reflexiva es permeada de la praxis
Nos referimos a concienciación, aludimos a una fase del ciclo epistemológico durante la cual el sujeto toma distancia de su realidad, la objetiva como conocimiento y, reflexionando críticamente, logra tener una voz, hacer decir a las palabras lo que él quiere decir y no lo que la cultura le ha impuesto. (PIATTI, 2006, p. 301).
Sin embargo, el proceso se caracteriza por el diálogo franco; la liberación que produce la concientización exige una desmitificación total; como lo señala Paulo Freire
El trabajo humanizante no podrá ser otro que el trabajo de la desmitificación. Por esto mismo, la concientización es la mirada más crítica posible de la realidad, y que la desvela para conocerla y conocer los mitos que engañan y que ayudan a mantener la realidad de la estructura dominante. (FREIRE, 1921 apudINODEP, 1973, p. 79).
Concientización-concienciación freiriana en la educación son convocadas en esta indagación. Y estaremos en su definición y conformación en lo adelante. En todo ello, el aula mente social y su transcendencia son categorías del objeto complejo de estudio; “el aula mente social tomó fuerza desde el concepto de mente ecológica y de los fundamentos de las teorías cognitivas” (GONZÁLEZ, 2017, p. 169). Que atendemos a concepciones complejas, pero que como la misma complejidad llama a des-ligarse y seguir engrandeciendo y complejizando los conceptos.
El aula mente social se desprende del tiempo de enseñanza del aula tradicional, tal como hoy en la educación se necesita su estructura “está inmersa en un tiempo y espacio infinito, en tres pilares fundamentales: emergencia, entretejido e incertidumbre. Su aplicación en la educación es muy amplia principalmente en procesos de desarrollo curricular e investigación científica” (GONZÁLEZ, 2012, p. 89). Pero ahora, amplificamos el concepto y acudimos a los antiguos pensadores como Heráclito en los cuales reposa la racionalidad no sólo en la mente sino en el espíritu; de ahí que la concientización-concienciación se aloja también en el espíritu, además de la mente; he ahí nace el aula mente-espíritu de donde más delante profundizamos como parte del objeto complejo de estudio que construir.
Se cumple con el objetivo complejo de sustentar la diada: concientización - concienciación freiriana y el aula mente-espíritu como escuela hoy en medio del encierro pandémico; cumplido con la deconstrucción rizomática como transmétodo (RODRÍGUEZ, 2019a). Dicha trascendencia a los métodos “anida un proceso complejo y mirada descolonizadora no sigue pasos específicos” (RODRÍGUEZ, 2019a, p. 51). Acá se responden preguntas como: ¿Cuál es la responsabilidad sociopolítica de los docentes hoy en una escuela encuarentenada desde la concientización-concienciación freiriana? ¿Cómo el aula mente-espíritu como espacio intersubjetivo de aprendizaje coadyuva a otra escuela hoy? Se denomina escuela a cualquier institución educativa. Y en especial la escuela se refiere a la educación fuera de las instituciones educativas, en plena pandemia encuarentenada, en la educación a distancia, mediante las tecnologías de la información y comunicación. Seguramente en algunos países semi presencial, luego de la cuarentena.
Tiene el transmétodo, la deconstrucción una enorme capacidad creativa para indagar en la transmodernidad, es ir a una criticidad anti método que es profundamente transcompleja en la mirada antieurocentrista, donde con el levantamiento latinoamericano y en muchos casos específicamente venezolano se va a reconstruir dichos saberes que desde luego llevan consigo las concepciones otras de las representaciones sociales; desde un reinventar y repensar (RODRÍGUEZ, 2017).
¿Qué es la transmodernidad? la transmodernidad o proyecto descolonizado donde se “va a un proceso incisivo de búsqueda de lo soterrado, lo olvidado lo oculto bajo el manto de la desmitificación por no ser de interés en la dominación; por no pasar por el filo de la cientificidad” (RODRÍGUEZ, 2019a, p. 54). El proyecto transmoderno es la decolonialidad planetaria, que no es parcela de ninguna región, sino que es profundamente inclusiva de la diversidad cultural, regiones, civilizaciones con el des-ligaje de la colonialidad de las mentes, ser, hacer, soñar, pensar y toda dominancia colonial que se permea con los nuevos artefactos de soslayación.
Las diadas: concientización - concienciación, la categoría: aula mente-espíritu que nace en esta indagación, y que definiremos en breve, mediante la deconstrucción no devienen de “el ejercicio de poder que se ha establecido en lo concerniente a las concepciones tradicionalistas de las categorías de las investigaciones; sin incisiones en las perspectivas desahuciadas por la modernidad” (RODRÍGUEZ, 2019a, p. 53).
Por otro lado, la deconstrucción como transmétodo libera al sujeto investigador, a la autora, que mediante un ejercicio subjetivo, cientificista, pero también ateniente a su formación y cotidianidad expresa hechos y circunstancias que trastocan el objeto de estudio, sus creencias cristianas sus valoraciones en Paulo Freire ser cristiano se ejercitan en una deconstrucción que no se compromete con los estatutarios establecidos modernistas de investigar.
Las investigaciones transmetódicas estas fuera de los estatutos modernistas-postmodernistas-coloniales donde se impone una supuesta objetividad. Acá la autora cristiana permea sus aportes científicos considerando lo espiritual como parte del aula mente-espíritu categoría de la indagación. Además confluye su fe en Dios, como Paulo Freire como se explicita en sus propias obras. Quisiera clarificar la fe que el pedagogo propende, y así lo afirma Henry Giroux en la introducción del texto titulado: la naturaleza política de la educación, Cultura, poder y liberación cuando afirma que Paulo Freire “sitúa su fe y su sentido de la esperanza en Dios de la historia y de los oprimidos, cuyas enseñanzas, según las palabras del mismo Freire, hacen imposible reconciliar el amor cristiano con la explotación de los seres humanos” (FREIRE, 2005, p. 19).
Esa realidad en la fe en Dios de Freire me hace muy de acuerdo con mi condición de cristiana, como autora lo pretendo desde luego, “en el servicio al otro; en tanto venimos a servir a la tierra; y ello está divorciado de la explotación, colonialidad y minimización en general de su condición humana” (RODRÍGUEZ, 2021a, p. 6); sin duda, en las Sagradas Escrituras, debemos considerar las palabras de Jesucristo cuando afirmo: “y Dios me envió delante de vosotros para a preservaros un remanente en la tierra, y para daros vida por medio de una gran liberación” (BIBLIA, génesis, 45:7).
Así, la autora emite al lector la propuesta de su des-ligaje (RODRÍGUEZ, 2019b) de las formaciones coloniales modernistas-postmodernistas de investigar mediante divisiones: introducción, desarrollo, resultados y conclusiones; sino que más allá sin divisiones, en complejidad de construcción vamos cuan se trata de una antigenealogía que rompe con las estructuras estáticas divisorias de presentar las indagaciones en las que las partes se dividen indisolublemente en un ir si un venir (RODRÍGUEZ, 2019a). “El rizoma rompe con la estructura vertical de la raíz, mas no por ello se constituye en un sistema “dialéctico”, es decir, horizontal (…) Sino que se convierte en una red acéfala y asimétrica. Anarquismo ontológico” (DELUEZE; GUATTARI, 2004, p .23).
Es imperativo decir antes de continuar que la categoría aula mente-espíritu, que estudiaremos en detalle en lo adelante, es un des-ligaje del aula mente social definido anteriormente, la categoría re-ligar (RODRÍGUEZ, 2019b) ha resurgido en el análisis en un re-inventar, en un re-intervenir freiriano; por ello debemos estar consciente que en la educación debe haber una re-intervención en todos los planos del ser humano: ético, social, espiritual, estético entre otros, la re-ligancia se manifiesta como el desafío de construir vías de diálogo y comprensión de respeto por la diversidad cultural; minimizando la inhumana condición humana (RODRÍGUEZ, 2021a).
Es con el re-ligar que devenimos en el aula mente-espíritu, en la concienciación-concientización entre otras concepciones cada vez más complejas. Para ello, en el entramado, sin desuniros vamos a la educación freiriana en la escuela y más allá de ella.
2 RIZOMA MÁS ALLÁ. LA EDUCACIÓN FREIRIANA EN LA ESCUELA Y MÁS ALLÁ DE ELLA, EN LA ESCUELA HOY
Se puede decir que Paulo Freire siendo un pedagogo de las favelas, su escena de alfabetización son las favelas, las comunidades; el pueblo en su escena; su escuela, la Educación en la Ciudad (FREIRE, 2005). Por ello, en el presente rizoma la educación freiriana es mostrada, como en efecto lo es: una educación deselitizada, subvertida de los escenarios físicos de una escuela tradicional. El más allá de ella en el título del rizoma cobra vida en la praxis del pedagogo. Y hoy en la escuela hoy con la educación a distancia.
Seguimos con la luciérnaga Edgar Morín, en tanto no desarticular de la vida misma al ser humano, en tanto su educación y vida, “toda reinserción de un ser o de un fenómeno en su contexto o en su eco-determinación aporta imprecisión. Todo reconocimiento aporta imprecisión. Todo lo que deja de aislar y de separar artificialmente aporta imprecisión” (MORÍN, 1980, p. 441).
La palabra clave de Freire cuando decía que su discurso no debía ser repetido memorísticamente sino reinventado es una convocatoria a reinventar la escuela hoy, y denominamos a ella en el sentido del espacio físico en cualquier nivel, para llevarlo a la Educación en la Ciudad (FREIRE, 2005) la ciudad educadora de la que Paulo Freire hace de la educación un proceso de liberación de las víctimas del analfabetismo y la soslayación.
Hoy más que nunca es la ciudad educadora donde no sólo la elite se considera competente, en palabras de Paulo Freire.; pero también la familia educadora. En la actualidad la escuela ha sido burocratizada, sigue siendo el sitio de la validez del conocimiento, el sitio donde se impone lo válido, lo único que te hace educado, y la cotidianidad, hogar cultura, las comunidades el sitio de lo soterrado que no será jamás válido en la educación. Y al presentarse la cuarentena esta educación, pedagogía y didáctica elitizada entra en crisis; encuentra sus paredes vacías y hace falta más que nunca su deconstrucción.
En la Educación en la ciudad Paulo Freire regresa la natura de la condición humana en el ser en un proceso de concienciación-concientización, que explicitaremos muchos más en lo que deviene. Ello hace una conformación de ciudadano, de ser empoderado que le regresaría a la escuela actual insubordinándola para hacerla posible de una aula mente-espíritu que regresa ecosóficamente a la educación su razón de ser. La Educación en la Ciudad sostiene en que “la participación popular en la creación de la cultura y de la educación rompe con la tradición de que sólo la elite es competente y sabe cuáles son las necesidades e intereses de toda la sociedad” (FREIRE, 2005, p. 19).
Concienciación crítica, capacidad de leer el contexto críticamente es una tarea de la educación hoy a la luz de la liberación ontoepistemológica de lo que significa educar; por ello la investigación acción participativa transcompleja (RODRÍGUEZ, 2020) como modo de retraerse en la vida del discente es esencial para el docente. La empoderación de lo pertinente, los seres humanos aprenden muy bien, cuando su vida se va transformando en sus vidas, en su problemática. De lo que aprendimos en la escuela sólo nos permanece lo que ha sido transcendental para nuestras vidas; ese es una revelación de Freire. Esa liberación contiene desde la concientización una verdadera ética que trastoca al ser y lo complejiza en su responsabilidad.
Es por esta ética inseparable de la práctica educativa, no importa si trabajamos con niños, jóvenes o adultos, por la que debemos luchar. Y la mejor manera de vivir, es en nuestra práctica, testimoniarla, con energía, a los educandos en nuestras relaciones con ellos. En la manera que lidiamos con los contenidos que enseñamos, en el modo en que citamos a autores con cuya obra discordamos o con cuya obra concordamos. (FREIRE, 1997a, p. 18).
¿Cómo sería el docente freiriano de estos tiempos?, ¿cuál sería su accionar? Esta sería lo fundamental que la escuela freiriana tenga como espacio la educación en la ciudad. Develar los temas generadores del mundo de sus estudiantes, desde donde, con un potencial motivador y empoderado, el currículum prefabricado no funciona, los discentes no aprenden, el fracaso es muy elevado en el sentido del encarcelamiento de la educación al espacio físico legalizado. Pero cuidado, en las comunidades la educación de la ciencia tradicional se puede vivenciar de manera transdisciplinar y compleja, el cuidado lo alerto en tanto el docente tradicional allí tiene un fracaso estrepitoso, allí su ejercicio de poder es liberado de su autoritarismo del contenido, del currículo de la disciplina.
Paulo Freire decía que si voy a alfabetizar a trabajadores de la construcción civil las palabras generadoras son unas, pero si voy a alfabetizar a plantadores de caña de azúcar las palabras generadoras son otras distintas (FREIRE, 1997a). Voy a trabajar el mismo aprendizaje, que es la lectura y la escritura en el método freiriano (FREIRE, 1997a), pero los contenidos y las estrategias son otras porque los universos de los sistemas simbólicos lo son. No olvidemos las palabras del pedagogo de las favelas el educador y la educadora críticos no “pueden pensar que, a partir del curso que coordinan o del seminario que dirigen, pueden transformar al país. Pero pueden demostrar que es posible cambiar. Y esto refuerza en él o en ella la importancia de su tarea político-pedagógica” (FREIRE, 1997b, p. 108).
Nótese que bajo la indagación tradicional, el método modernista no conviene la develación freiriana, su luz les encandila. Esa insubordinación cobra sentido en el transmétodo de construcción de la indagación, en tanto nos probamos a sí mismo en el discurso, nos develamos como sujetos educadores deselitizado de las instituciones educativas tradicionales: las escuelas que estoy denominando. La concientización freiriana en la escuela está impregnada de la liberación de los pueblos. Que desde luego, es la liberación del educando.
La escuela hoy necesita una liberación en el ciber-espacio, en los hogares, un re-ligaje de sus actores educativos, hace falta asumir políticas socioeducativas verdaderamente liberadoras, una antropolítica, la política de la humanidad en la tierra-patria, en los lugares desprotegidos, por ejemplo del Sur. Pero por ejemplo, la Antropolítica en Venezuela es un cuenco de mendigo, más aún en tiempos de pandemia 2020 (RODRÍGUEZ; PELETEIRO, 2020); llego el momento de creer en nosotros mismos, de empoderarnos de nuestra valía, de la decolonialidad del ser. Es urgente en la metamorfosis la solidaridad como accionar de la resistencia ante el reduccionismo, la vieja ética caducada, las políticas dominantes soslayadoras venezolanas. “Es urgente, un sujeto reli-gador de su propio devenir, amante ecosófico de la tierra, liberador de las falsas realidades acomodadizas; se precisa la descolonización del hacer del sujeto, su re-surgir, como sujeto atento a las falsas realidades disfrazadas de decoloniales” (RODRÍGUEZ; PELETEIRO, 2020, p. 117).
¿Se necesita liberación hoy en el Sur? ¿Es necesario romper algunas cadenas en las comunidades? ¿Se necesita liberación de las mentes opulentas de poder en la vida del discente? Sí, tal cual como el caso de Venezuela que se acaba de mencionar. Sin duda aún late el corazón freiriana que se impregna en cada lugar. Este gran sí de respuesta es, la lectura crítica del mundo es un “quehacer pedagógico-político indivisible del quehacer político-pedagógico, es decir, de la acción política que envuelve la organización de los grupos y las clases populares para intervenir en la reinvención de la sociedad” (FREIRE, 2010, p. 53).
Paulo Freire está impregnado de una escuela y educación denunciadora y accionadora, en Freire (1993) es imprescindible denunciar las injusticias que hoy en día existen, asimismo es primordial que la práctica educativa se despliegue con utopía y esperanza los actores del proceso educativo. Y la pandemia ha develado aún más las falsas políticas, se han rasgado las vestiduras en plena crisis. La escuela hoy está llena de esos huecos de desolación e inhumanidad.
Paulo Freire va más allá dimensión política conectada de la dimensión personal; el bien común, de la necesidad de liberación de las comunidades: el proyecto colectivo tiene que conectar con el personal desde luego, pero es con el otro, en el otro, no en una realización personal que no es la convenida liberadora de las personas de las que se sirve y en las que supuestamente empodera. Pero que pasa por sus vidas sin tocarlas, sin transformarla; a él Freire le habla; lo colectivo. Se trata de la esperanza, ¿de qué hablamos? De la fe hecha verdad en el otro, si Freire el cristiano educado como tal que tantas veces defendió el indefenso, cuanta falta hace hoy su práctica en tantas personas desprotegidas en plena pandemia y devolverles la fe, al hablar con tal esperanza de la posibilidad de transformar el mundo, “no quiero dar la impresión de ser un pedagogo lírico o ingenuo. Al hablar de esta forma, no desconozco lo difícil que se hace, cada vez más, implicarse a favor de los oprimidos, de aquellos a quienes se les impide ser” (FREIRE, 1997a, p. 55).
Es mucho lo que tenemos que decir sobre la escuela freiriana hoy y su necesidad de implementar y re-ligar en la escuela hoy; quedamos pendiente de muchas aristas en la línea de investigación donde se inscribe la actual: transepistemologías de los conocimientos-saberes y transmetodologías transcomplejas. No es una paradoja decir que siendo el método de alfabetización de Freire una liberación mostrada en la práctica, y clamada hoy ella promueva una pedagogía antimétodo que
Nos libera también del habitual camino de las certezas y las especializaciones. Rechaza la mecanización del intelectualismo. En resumen, invoca la iluminación que ofrecen las principales ideas de Freiré para guiarnos hacia el camino crítico de la verdad, hacia la recuperación de nuestra dignidad en peligro, hacia la reivindicación de nuestra humanidad. (MACEDO, 2000, p. 70).
Ahora seguimos entramando el discurso deconstructivo, recobrando sentido de la educación freiriana y sus necesidades fuera de los muros del espacio físico, como en la escuela hoy en pandemia, se necesita de la diada concientización--concienciación freiriana en la educación como aula mente-espíritu.
3 RIZOMA OBJETO COMPLEJO DE ESTUDIO. LA DIADA: CONCIENTIZACIÓN - CONCIENCIACIÓN FREIRIANA EN EL AULA MENTE-ESPÍRITU COMO ESCUELA HOY
El aula mente-espíritu deviene de un re-ligaje del aula mente social que es el espacio no físico “en el sujeto un espacio intersubjetivo complejo donde la incertidumbre y la sensibilidad cognitiva interactúan para que el sujeto aprenda” (GONZÁLEZ, 2017, p. 7) pero que reconoce, volviendo a los pensadores antiguos que la razón no sólo se aloja en la mente, sino también en el espíritu (MORÍN, 1986); de manera que razón-mente-espíritu es inseparable en el aprendizaje. El aula mente-espíritu a parte de “ser elemento central de construcción cognitiva deberá entramar un proceso investigativo orientado hacia la metacognición y el pensamiento complejo, el mismo que llevará a la construcción cognitiva metacompleja” (GONZÁLEZ, 2006, p. 8); pero la construcción cognitiva se centra en la mente-espíritu y esa metacognición es meta-espíritu - cognición.
Mientras que, “el concepto de “aula-mente-social” pretende solucionar a través del espacio intersubjetivo mental en el cual los seres humanos construyen conocimiento independientemente del cumplimiento académico universitario de aula física y binomio docente-estudiante” (GONZÁLEZ, 2017, p. 85); el aula mente espíritu reconoce que el espacio intersubjetivo que trasciende el aula física es intersubjetivo mental-espiritual; tomando en cuenta y regresando la razón a los antiguos pensadores; en los que la concientización-concienciación es clave. Tomando en cuenta que para Aristóteles, en su obra Ética Eudemia afirma: “la prudencia, la virtud y el placer están en el alma” (ARISTÓTELES, 2011). Y no existe educación liberadora que no sea virtuosa.
Formar almas buenas es la función de la educación freiriana, en tanto bondad va a despertar en la praxis las mejores excelencias liberadoras del ser humano en tiempos de dolor, temor y desconocimientos de los procesos que han de venir. La esencia compleja de la indagación retoma los fundamentos de Edgar Morín, quien va a los antiguos pensadores, retoma y defiende la existencia de una unidualidad compleja entre cerebro y espíritu,
Lo que significa a la vez -como hemos visto que ocurre en toda unidualidad- la ineliminabilidad y la irreductibilidad de cada uno de estos términos, su unidad, su insuficiencia recíproca, su necesidad mutua, su relación circular y la inseparabilidad de la contradicción que su unidad plantea. (MORÍN, 1986, p. 81-5).
Esa inseparabilidad cerebro-espíritu es la esencia del aula mente-espíritu. Nos preguntamos: ¿Cómo la educación freiriana se conecta con el aula mente-espíritu? Desde luego, la educación en comunidad es aquella que permite aprender en todo lugar espacio y tiempo y esa aula mente-espíritu se permea de la dialéctica comunitaria, de la conciencia de liberación de las soslayaciones, de la cultura, cotidianidad y por ser subjetiva aprende en todo momento. Se convierte las comunidades, sus problemas, sus necesidades de liberación, sus lograr y conquistas en una gran escuela que sigue permeando al discente a su aula mente-espíritu (RODRÍGUEZ, 2021b).
El estudio de la liberación freiriana es un ejercicio de estudio de la decolonialidad; Enrique Dussel en la visión bancaria de la educación, en su proyecto transmoderno, afirma que “el maestro dominador tiene como fundamento de su ethos una profunda desconfianza de su discípulo” (DUSSEL, 1975, p. 161); esa falta de fe la reitera Paulo Freire en todas sus obras, hablando de que se debe tener fe, que ese ser humano puede aprender está en su derecho y capacidad; por ello afirmo que creer que un discente no está capacitado para aprender que sólo “unos poco aprenderán es un error de fe y antiética en contra de la condición humana de los estudiantes; que desmitifica y desconoce el gran poder metacognitivo-afectivo-espiritual por explorar en el discente” (RODRÍGUEZ, 2021c, p. 3).
En la educación freiriana aprendiendo en todo momento y tiempo, con toda la complejidad de la razón-mente-espíritu
Freire nos ha legado una experiencia pedagógica que abre para la concienciación de caminos en pos de otras experiencias posibilitadas en la igualdad de oportunidades, acceso, equidad y calidad. Pobreza y desigualdad son hoy acuciantes, y el normalismo, con su lema de educar al soberano, cayó en desuso. (FUENTES, 2008, p. 338).
Y ha vuelto con las garras de la dominación los poderes hegemónicos queriendo enterar los logros freirianos que se insubordinan y subvierten en un accionar en plena era tecnológica. Paulo Freire el ser humano de las favelas, sediento de liberación, reconocido con 33 doctorados honoris causa, su legado gritará cada vez que en algún lugar del planeta un ser humano necesite de liberación (RODRÍGUEZ, 2021b). Por ello, de acuerdo con los planes globalizantes de la aldea global habrá que volver a Freire una y otra vez.
¿Qué papel cumple la concientización - concienciación en la educación freiriana con el aula mente-espíritu? “la concientización implica que, cuando el pueblo advierte que está siendo oprimido, también comprende que puede liberarse a sí mismo en la medida en que logre modificar la situación concreta en medio de la cual se percibe como oprimido” (FREIRE, 1974, p. 25), ese accionar implica concienciación de la necesidad de la liberación, es acción cultural y es permearse de la virtud como ejemplificación de una alma buena que deviene de la educación del ser humano, que tiene su plena realización intersubjetiva compleja en el aula mente-espíritu. Y la necesidad de liberación es un caldo de cultivo sumamente importante para el discente seguirse formando (RODRÍGUEZ, 2021b).
Esa praxis como utopía en el andar permea la educación freiriana en un aula mente-espíritu que deviene así mismo en el hecho de que la educación se instauraría como un método de acción transformadora, “como praxis política al servicio de la permanente liberación de los seres humanos, que no se da sólo en sus conciencias, sino en la radical transformación de las estructuras, en cuyo proceso se transforman las conciencias” (FREIRE, 1974, p. 47).
Ese proceso de concienciación es liberador no sólo en la reforma del pensamiento; sino el accionar transformador y desmitificador del no puedo como impedimento y disminución del ser humano; o tal vez llenos de culpabilidad por sentirse inferiores y que otros merecen mejor vida y felicidad.
Así, concientización-concienciación implica y trastoca el estado mente-espíritu de liberación que se permea en la educación liberadora subversiva a la tradicionalidad y converge en la liberación del ser humano (RODRÍGUEZ, 2021b). Por su lado, y así al diada en cuestión, “la concientización implica mucho más que el mero hecho de «despertar» o «tomar» conciencia concientización debe verse como un proceso disciplinado e intencional de acción y educación, que Freire denominó «acción cultural” (VILLALOBOS, 2000, p. 2018).
Esa acción cultural es accionar sobre la problemática, es utopía en el andar, no se queda en la mera conciencia, es “la forma en que confrontamos la cultura. Significa ver la cultura siempre como un problema, no dejar que se vuelva estática, que se convierta en un mito y nos mistifique” (FREIRE, 1975, p. 29). La colonialidad en sus mentes que permea y es permeada en una educación modernista; y desde luego del sistema dominante del momento que selecciona las comunidades que serán siempre atendidas, como paños de agua caliente (paliativos), y que jamás superaran su soslayación completamente (RODRÍGUEZ, 2021b).
Por ello, “la concientización debe entenderse como un proceso continuo que implica una praxis, en el sentido de la relación dialéctica entre acción y reflexión” (VILLALOBOS, 2000, p. 2019). Esa necesidad está en el aula mente-espíritu redarguyendo y elevando al ser humano a procesos metacognitivos de alto nivel y un accionar que devela la inmensa capacidad y bondad de ir en la transformación de la colectividad en una praxis como utopía. La pedagogía de Freire es acción cultural dialógico-política, que problematiza y estimula la conciencia crítica, la acción transformadora y la síntesis cultural (FREIRE, 1990).
Debemos advertir que Paulo Freire en todos sus discursos busca un saber “ecosófico, comprender que es necesario el arte de habitar en el planeta, para salir de la dominación; para emprender un ejercicio de superación de la pobreza e inclusión que invaden la vida en el planeta” (RODRÍGUEZ, 2021d, p. 3); refiere a la “palabra hueca de verbalismos alienantes” (FREIRE, 1968, p. 20) para relatar a la manera soslayadora como se domina con la educación; como esta es el proceso colonizador por excelencia para el proyecto modernista; a las falsas políticas sociales y educativas que ofrecen liberación a cambio de un puñado de centavos, un paño de agua caliente para callarlos (RODRÍGUEZ, 2021d).
La ecosofía, como el arte de habitar en el planeta esta permeado en las obras freirianas, categoría compuesta por tres ecologías: ambiental, espiritual y social. Por lo tanto, la educación en el aula mente-espíritu es una educación ecosófica, profundamente espiritual que retoma a los griegos en su razón alojada no sólo en la mente, sino también en el espíritu. Queda perfectamente liberada las subjetividades de la autora de las cuales transmétodicamente se permea la investigación, refiriéndose a Dios mas no a religiones impuestas, tal cual Paulo Freire cristiano practicante del bien.
La educación liberadora desde el proceso concientización-concienciación, va el aula mente-espíritu con los antiguos en una educación compleja que explora y manifiesta las mejores esencias de ser: ser humano, con el estagirita Aristóteles, “la prudencia, la virtud y el placer están en el alma” (ARISTÓTELES, 2011) y en el aula mente-espíritu toman sus mejores potencialidades. Que confluyen en el ejercicio en la praxis de la concientización - concienciación.
La virtud es la mejor disposición, modo de ser o facultad de todo lo que tiene un uso o función; la función de cada cosa es su fin (ARISTÓTELES, 2011), es por ello que la función del alma es hacer vivir bien y “la función de la virtud será la de una vida buena y como tal el bien perfecto: la felicidad; la felicidad es lo mejor y los fines y bienes mejores están en el alma” (ARISTÓTELES, 2011). Todas estas esencias virtuosas son premisas de la educación liberadora, en tanto el pedagogo dedico su vida en formación y praxis a liberar en el ser humano y su ser más intrincado el despertar de su potencial para empoderarse de la necesidad colectiva.
De esta manera, concientización no va separada de concienciación en la educación freiriana, que se caracteriza como un proceso mediante el que “las personas son estimuladas y animadas a explorar su realidad y su conciencia, de forma que la comprensión de la realidad y de su propia conciencia es cada vez más profunda, y comienza a comprometerse como praxis” (KIRKWOOD; KIRKWOOD, 2011, p. 172). Ese compromiso lo hace potenciador del ser humano, de sus virtudes; pero también del respeto de la condición humana, del bien común que tanta falta hace en estos momentos en el mundo en el que el amor escasea y la virtud se desaparece en el ejercicio de pisotear a los demás; en tanto coterráneos en nuestros países son encartados con el sistema de dominaciones. Así, urge “que el educador trasgreda las reglas de la educación dominante” (FREIRE, 2002, p. 22). Y se empodere de una verdadera educación liberadora empoderando sus discentes.
Nótese que con estas racionalidades de concientización-concienciación en el aula mente-espíritu como ideal en la educación que la hace liberadora estamos atendiendo con Paulo Freire a la idea de sistema “remite a la unidad compleja del todo interrelacionado, a sus caracteres y sus propiedades fenoménicas», la idea de organización «remite a la disposición de las partes dentro, en y por un Todo” (MORÍN, 2006, p. 127). Y la educación liberadora es ateniente a la complejidad del ser en el cosmos.
Es así como, “el proceso de concientización se caracteriza por el diálogo franco; la liberación que produce la concientización exige una desmitificación total” (PALLARÉS-PIQUER, 2018, p. 132). Esa desmitificación debe llevar a conocer el sujeto humano en primer lugar, donde el espíritu/cerebro no puede aislarse de la cultura, de la educación liberadora; ésta es indispensable para la emergencia del espíritu y para el pleno desarrollo del cerebro; así como la ascensión a la sabiduría como un ejercicio del Espíritu Santo que permea nuestro espíritu. El Estado y la sociedad “pueden retroactúar sobre la bioquímica del cerebro. Cerebro, espíritu y cultura son interdependientes y se coproducen entre sí, por lo que para considerarlos hay que edificar un macroconcepto de triple entrada formado por estos tres términos” (MORÍN, 1986, p. 81-85).
Debemos volver a la crudas y desalentadas exclusiones que se permea de políticas falsas desdibujadas de la decolonialidad; engañadora y desdeñadoras de la condición humana, de la fe en el educando, esa es tarea del educador en la escuela hoy. De la educación en la condición humana de los actores del proceso educativo. Pero también, pese a variadas indagaciones el cambio y la reforma del pensamiento dejan mucho que desear; pareciera que el acomodadizo papel de opresor es degustado en un amargo devenir (RODRÍGUEZ, 2021d).
En la educación en el Sur especialmente, no pretendemos con la desmitificación de la escuela como lugar físico de enseñanza y trasladarlo al aula mente-espíritu en la educación liberadora profundamente concientizada-concienciada únicamente modernizar la vieja fachada de los edificios escolares, sino antes que nada presentar nuevas bases para urgentes tareas de la formación de seres humanos libres en comunidades liberadoras, por ellos justas y ecosóficas; esto es empoderadas del arte de habitar en el planeta. Es tarea pendiente, luego de cien (100) años del nacimiento del pedagogo, liberarse de los males de la aldea global que permea al mundo de inhumanidad en plena pandemia, y con ello se han develado sus peores males en la escuela hoy.
4 RIZOMA CONCLUYENTE. CONCLUSIONES AVENTURÁNDOSE MÁS ALLÁ DE LO DEFINITIVO
En la línea de investigación titulada: Paulo Freire: el andariego de la utopía en las transmetodologías, se cumplió con el objetivo complejo de sustentar la diada: concientización - concienciación freiriana en el aula mente-espíritu como escuela hoy; cumplido con la deconstrucción rizomática como transmétodo (RODRÍGUEZ, 2019a). Sin duda el aula mente-espíritu como espacio no físico, como la escuela hoy más allá de las paredes de un espacio físico cobra su mayor sentido, en plena pandemia donde el ser humano puede aprender en cualquier lugar espacio y tiempo, especialmente en sus comunidades, ahora en cuarentena fuera de las instituciones educativas. En una familia educadora que debe retomar un papel que por tradicionalidad le correspondía a las instituciones educativas.
Hemos complejizado categorías freirianas en los únicos proyectos posibles: los de la transmodernidad; la decolonialidad planetaria; como concienciación-concientización; religamos el concepto de aula mente social al aula mentes-espíritu. En todo ello devenimos en una educación liberadora en la escuela hoy. Acudimos a la naturaleza compleja del ser humano y los antiguos pensadores para re-ligar la razón no sólo a la mente sino al espíritu.
Así, concienciación-concientización se van despertando conformando en el espacio intersubjetivo aula mente-espíritu para ir a la formación, praxis en la educación liberadora que desmitificaría el ejercicio hoy de autoritarismo en el aula física de la escuela, que como se mostró permea la vida diría legitimando allí el único saber reconocido como científico, como válido.
En ese reconociendo el ser humano se presenta como toda una complejidad de vida, como una realidad y gente que en el Sur hace su mella aún con soslayaciones en todo sentido. El aula mente-espíritu conoce la complejidad del ser humano, su naturaleza de creación y lo empodera de su potencia, el despertar metacognitivo en su ser. Pero también, en la conciencia urgente de un ser virtuoso, de explorar sus mejores acción ecosófica, dignas de ratificar el papel recivilizatorio en la humanidad.
La educación freiriana hoy en muchos países es una tarea pendiente, detenida por la ambición de los poderes hegemónicos, pero también por el autoritarismo que el docente pretende seguir llevando al aula física desmitificando la acción cultural, la valía del saber más incontaminado de la cultura, como lo es la cultura popular. Es momento especial para retomar re-ligando la educación freiriana a los tiempos de hoy- Sigue el discente en el altar de la escuela y la problemática y la soslayación de las comunidades apartadas, como si la formación de sus discentes no se desarrollara en el mundo de su crisis de las comunidades, de su vida de asares que le trastocan como ser humano complejo.
La diada concienciación-concientización en el aula mente-espíritu revitaliza la educación freiriana hoy como un necesidad que debemos atender nuestro pedagogo fue profeta de la palabra como acción de vida, como utopía de los pueblos que se niegan a vivir en contaminadas acciones colonizadoras que los desmitifican del vivir feliz y dignamente. La educación en entonces debe recobrar su complejidad, traspasar el aula física, e ir a la complejidad del ser, las categorías concienciación, concientización, aula mente y espíritu son vitales en la educación y freriana. Se ha cumplido con el objetivo de la investigación pero hay mucho que hacer en la mencionada línea de investigación. Se continúa en el acelerado proceso de investigar en el legado del gran pedagogo: Paulo Freire.