Resumo

BENTO, Fernando. Afectividad y creatividad en Filosofía para Niños. child.philo [online]. 2014, vol.10, n.20, pp.383-399. ISSN 1984-5987.  https://doi.org/10.12957/childphilo.2014.10209.

La práctica filosófica con niños permite que ellos construyan y acumulativamente reconstruyan significados mientras forman la consciencia de si, movilizando simultáneamente elementos de los dominios afectivo, cognitivo y recreativo, presentes en la esfera de su experiencia. En esta dinámica, habilidades de diálogo y de pensamiento se consolidan sobre competencias crítico-reflexivas, sensibles a criterios razonables de afirmación de las competencias intencionales de interpretación de esta sensibilidad en ambientes educativos provechosos privados y públicos, tales como la familia y la escuela. Siendo la vida infantil un proceso de mucho crecimiento entre la conciencia individual y el medio social un camino regulado por su valor y autenticidad de ser lo que ya-es, sea como “protección extensiva” o “corporalizando el deseo”, Lipman busca un pensar más atento, más juicioso, más significante, más creativo, más cautivante: un pensar investigado. Estas múltiples dimensiones del pensamiento proporcionan al niño tres ejercicios fundamentales en la conclusión de su singularidad, carácter y personalidad: un primer momento, la descubierta de su potencialidad ontológica manifiesta según un deseo de diálogo interior en la intención de conocimiento de si mismo, mientras sersujeto- niño que pretende conocer el Otro que existe en si, en un segundo momento, la toma de consciencia de la importancia de la “relación de encuentro y de reconocimiento” con Otro que ya no es mismidad, pero que funciona como una necesidad de “caminar junto con... jugando” en la condición de tomar la reciprocidad como imperativo de la construcción de un sujeto que quiere también ser persona; y en un tercer momento, un retorno a si, como forma de renacimiento cara al aprendizaje que el contexto le proporcionó. Es en el dinamismo de este contexto que el niño aprende a pensar. Así, pensar mejor es ejercitar, más que un pensamiento complejo, un pensamiento de orden superior. Inevitablemente nos surgen cuestiones que nos inquietan cara a estas ideas: ¿Cómo potencializar el ejercicio reflexivo y critico rumbo a esta praxis sapiente? ¿Qué modelo de discusión debemos adoptar para que se tome como objetos sentimientos y pulsiones éticas, emociones o pulsiones estéticas para que el descubrimiento de lo intimo de su ser y de su socialización y civilidad sea efectivo? ¿Qué relaciones se puede firmar entre deseo, la arte de ser y la forma de vivir?

Palavras-chave : Filosofía para Niños; Afecto; Creatividad; Pensamiento; Diálogo.

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