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Revista Educação em Questão

versión impresa ISSN 0102-7735versión On-line ISSN 1981-1802

Rev. Educ. Questão vol.57 no.52 Natal abr./jun 2019  Epub 13-Sep-2019

https://doi.org/10.21680/1981-1802.2019v57n52id16248 

Articles

Formación humana y social desde la escuela

Rita de Cássia de Souza2 
http://orcid.org/0000-0001-9823-6174

2Universidade Federal de Viçosa (Brasil)


Resumen

Este artículo presenta una escuela que busca una formación integral para sus estudiantes y que tiene un plan de trabajo innovador a comenzar por el compromiso de transformación social que comenzó con la decisión de construirla en una región de bajos recursos económicos de la ciudad de Mérida, México. Realizamos una investigación cualitativa y descriptiva, partiendo de un referencial construccionista social, que recomienda que los participantes sean coautores del trabajo, evitando el distanciamiento investigador-investigado. En este sentido, convivimos algunos días de los meses de septiembre y octubre de 2018 en la escuela, participando en clases y otras actividades y grabamos diálogos con tres profesores sobre el trabajo de la escuela. Concluimos que la escuela posee un trabajo de formación social y humana que se da a partir de una matriz curricular diferenciada, con disciplinas que buscan articular sus contenidos a la realidad de los estudiantes, incluyendo materias de formación personal, social, profesional y realización de actividades socio-comunitarias por los estudiantes.

Palabras-clave: Educación integral; Bachillerato; Formación social y humana; Construccionismo social

Resumo

Este artigo apresenta uma escola que busca uma formação integral para seus estudantes e que tem um plano de trabalho inovador a começar pelo compromisso de transformação social que teve início com a decisão de construí-la numa região de baixos recursos econômicos da cidade de Mérida, no México. Realizamos uma pesquisa qualitativa e descritiva, partindo de um referencial construcionista social, que recomenda que os participantes sejam coautores do trabalho, evitando o distanciamento pesquisador-pesquisado. Neste sentido, convivemos alguns dias dos meses de setembro e outubro de 2018 na escola, participando de aulas e outras atividades e fizemos diálogos gravados com três professores sobre o trabalho da escola. Concluímos que a escola possui um trabalho de formação social e humana que se dá a partir de uma matriz curricular diferenciada, com disciplinas que buscam articular seus conteúdos à realidade dos estudantes, incluindo matérias de formação pessoal, social, profissional e realização de atividades socio comunitárias pelos estudantes.

Palavras-chave: Educação integral; Ensino médio; Formação social e humana; Construcionismo social

Abstract

This article presents a school that seeks an integral formation for its students and that has an innovative work plan beginning with the commitment of social transformation that began with the decision to construct it in a region of low economic resources of the city of Mérida, in the Mexico. We conducted a qualitative and descriptive research, starting from a social constructionist referential, which recommends that the participants be coauthors of the work, avoiding the researcher-researched distancing. In this sense, we live together some days of the months of September and October of 2018 in the school, participating in classes and other activities and we recorded dialogues with three teachers on the work of the school. We conclude that the school has a work of social and human formation that takes place from a differentiated curricular matrix, with disciplines that seek to articulate their contents to the reality of the students, including personal, social, professional and students’ realization of social community.

Keywords: Integral education; High school; Social and human formation; Social construccionism

El objetivo de este artículo1 es presentar una escuela que busca una formación integral para sus estudiantes y tiene un plan de trabajo diferenciado a empezar por la decisión de ubicarla en una zona de bajos recursos económicos de la ciudad de Mérida, en México.

La escuela2, denominada UABIC - Unidad Académica Bachillerato con Interacción Comunitaria - es vinculada a la UADY, Universidad Autónoma de Yucatán, una universidad pública, reconocida por la cualidad de su formación a nivel superior y de bachillerato, pues la Universidad tiene tres escuelas, conocidas como Preparatorias (prepas) 1, 2 y 3 (la UABIC), que ofrecen una educación de gran calidad y preparan muchos estudiantes para el nivel superior.

Para estudiar en las prepas3 1 y 2 de la UADY, es necesario aprobar en un examen muy concurrido, lo que deja de fuera a la mayoría de los estudiantes. Cuando estaba para crear una tercera prepa, la Universidad decidió instalarla en una zona de muy bajos recursos económicos, dando oportunidad a estudiantes en un área donde las únicas escuelas que existen son técnicas. Por solo eso, ya sería una iniciativa innovadora, pero, la UADY partía del principio de que no bastaba construir la escuela. Era preciso planear toda una formación diferenciada para que esos estudiantes no solamente pudieran acceder a una escuela de gran calidad y exigencia y terminar con posibilidad de llegar a una licenciatura, así como era importante crear un proyecto buscando ayudar a cambiar una realidad de desigualdad social, económica y cultural. Es justamente este proyecto de una escuela que contribuye para la transformación personal y social de una comunidad desfavorecida que pretendo presentar aquí.

La investigación hecha fue cualitativa y descriptiva, partiendo de un referencial construccionista social: “La idea fundamental de la construcción social parece bastante sencilla, pero es a la vez profunda: todo lo que consideramos real ha sido construido socialmente. O lo que es más radical, nada es real hasta que la gente se ponga de acuerdo que lo es” (GERGEN; GERGEN, 2011, p. 13). Eso significa decir que no presentamos aquí como es la escuela, pero como ella nos pareció en nuestro encuentro y a partir de los diálogos construidos con los profesores. En ese sentido, no se hizo entrevistas, sino diálogos:

El dialogismo también propone el carácter múltiple de la autoría de la generación del sentido. Los puntos de vista filosóficos del autor no ocupan el primer lugar. Los personajes parecen liberarse de la tutela de su creador. Poseen una autoridad ideológica y son independientes. Son personas libres, capaces de encarar a su creador, de no estar de acuerdo con él y hasta de oponérsele (INFANTE, 2013, p. 11).

Al hacer una investigación relacional, buscamos crear un espacio de libertad para dialogar con nuestros colaboradores como buenos anfitriones. Según Anderson (2012): ser un anfitrión es ser amable; participar en la conversación, no dirigirla; considerando que hablar, escuchar y oír son igualmente importantes para el diálogo. Los participantes son coautores de esa investigación, pues fueron las conversaciones colaborativas con ellos las fuentes principales de este trabajo. Así también, desde esa perspectiva: “El investigador se une con los participantes en el papel de co-respondiente, en vez de analista o intérprete posicionado encima y fuera de lo expresado por los participantes” (DEFEHER, s.d., p. 21).

Para construir los datos de esa investigación, estuve conviviendo algunos días de los meses de septiembre y octubre de 2018 en aulas y actividades de la escuela y conversando con profesores y estudiantes, visitantes y familiares de los alumnos4, y estos fueran los principales colaboradores de este trabajo: 1) Mitchel Antonio Guerrero González, licenciado en educación, maestro5 fundador de la UABIC, fue, de 2009 a 2015 coordinador del área de comunicación y, desde 2015, es gestor académico6 de la UABIC; 2) Diana Marisol Rodríguez Bastos es psicóloga y responsable del área de tutoría, orientación y consejo educativo y también fundadora de la escuela; 3) Patricia del Rosario Baas Rejón es licenciada en ciencias de la familia, con una especialidad en docencia y actualmente hace una maestría en psicología educativa. Es la responsable del área de Responsabilidad Social de la UABIC.

Marcamos con los participantes individualmente un horario en la escuela donde nos recibieron en sus oficinas y, con la permisión de todos, grabamos con un aplicativo de un smartphone, las conversaciones. Pedí a los participantes que se presentasen, hablasen de su formación, de su función en la escuela, como tenían llegado a este trabajo, que les parecía y los retos de sus actividades. Las conversaciones duraron en torno de una hora cada y, después de eso, yo hice las transcripciones y, escrito el artículo, envié a los participantes para leer y conversamos, una vez más, sobre lo que estaban de acuerdo, se tenían dudas, que necesitaban cambiar. Incluidas las sugerencias, la versión final fue enviada a los participantes para su aprobación y de la dirección de la escuela.

En este sentido, lo que presentamos aquí es una construcción conjunta de una historia de una escuela que hace un trabajo diferenciado de formación y que tiene ambición de ser más que un bachillerato. El nombre unidad académica fue dado pensando que, en el futuro, esta institución pueda albergar programas de capacitación y de formación para la vida, incluso teniendo formación superior, con maestría y doctorado.

En el momento, a los sábados, profesores de la UADY imparten la asignatura “El Profesional y la Comunidad” para estudiantes de licenciaturas como psicología, matemáticas y diseño del hábitat y esos hacen actividades en la comunidad: a veces la comunidad viene a la escuela y, a veces los estudiantes salen para atender a la comunidad. La UABIC es un espacio donde estudiantes de la UADY hacen prácticas, un ejemplo, es el atendimiento de estudiantes de psicología a personas de la comunidad que acontecen a los sábados en la escuela.

La UABIC empezó sus actividades en septiembre de 2009 con 206 estudiantes y, en 2018, eran 877 y 58 profesores7 (6 de ciencias naturales, 4 de informática, 7 de comunicación, 12 de desarrollo físico, artístico y cultural, 7 de responsabilidad social, 6 de matemáticas, 11 de ciencias sociales y humanidades y 4 de desarrollo humano integral).

Según Diana y Mitchel, para la primera generación, personas de la UADY solicitaron a la Secretaría de Educación Pública bases de datos de egresados de enseñanza secundaria de la zona y, con estos nombres, ellos pasaron casa por casa a invitar a estudiantes próximos a egresar de enseñanza secundaria, o egresados que ya habían dejado de estudiar o estaban estudiando en otras escuelas. Los estudiantes que aceptaron la invitación ingresaron en la escuela. Sin embargo, hubo algunos problemas: había estudiantes que no querían estudiar o estar en la escuela y “A veces teníamos aquí chicos que tenían dinero y tenían mucha facilidad económica y se destacaban de los demás de alguna manera. Era muy evidente” (MITCHEL, en conversación, 2018)8 .

En el año siguiente, la escuela empezó a usar el EXANI I, examen aplicado por CENEVAL - Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior - asociación civil cuya actividad principal es el diseño y la aplicación de instrumentos de evaluación de conocimientos, habilidades y competencias.

El EXANI-I es un examen que ofrece información para identificar a los aspirantes con mayor aptitud para lograr un buen desempeño en el primer ciclo escolar de la educación media superior. Se integra con dos exámenes: EXANI-I Admisión, que es un instrumento estandarizado de aptitud académica que evalúa conocimientos y habilidades numéricas, verbales y no verbales en áreas de la comunicación y pensamiento matemático que son predictivas del desempeño académico en el primer ciclo escolar. EXANI-I Diagnóstico, que explora conocimientos y habilidades en áreas disciplinares de la educación básica para identificar el logro académico. Es un examen de diagnóstico y la institución tiene la opción de incluirlo o no en su proceso de admisión. Verifica en la convocatoria o en servicios escolares de la institución que elegiste si lo debes presentar (EXANI I, s.d.).

A partir de 2010, por lo tanto, se establecieron dos criterios de selección que se verificaban de forma paralela: el examen EXANI I (49%) y un estudio socioeconómico (51%) que debía comprobar que el aspirante era de bajos recursos. El resultado era que el nivel socioeconómico se imponía a los resultados del examen e ingresaban estudiantes de muy bajos recursos, pero que no necesariamente tenían buenos resultados del EXANI I. Diana nos contó de un caso específico en que un estudiante llegó con un diagnóstico de déficit cognitivo y no lograba buenas calificaciones y, después de muchas juntas con la familia, la decisión conjunta fue transferirlo a una escuela técnica de la región. Según la psicóloga, este fue el único estudiante que ha presentado problemas cognitivos, los demás eran cuestiones emocionales y sociales.

Después de este caso, en 2018, la escuela cambió el momento en que se verifican los dos criterios: el estudio socioeconómico se realiza previo al EXANI I. Solamente los aspirantes que reflejan el nivel de recursos bajos continua en el proceso de selección y presentan el EXANI I, pero sólo ingresan los alumnos con mejores calificaciones en el examen. “Entonces ahora solamente ingresan alumnos que lo necesitan económicamente, pero con buenos resultados” (MITCHEL, en conversación, 2018).

Conversando con los estudiantes del 3o grado, ellos dijeron que, al registrarse para el examen de selección, rellenaron un cuestionario con sus condiciones económicas y que, una vez aprobados en la selección, todos ellos recibieron una visita de personas de la UADY en sus casas buscando comprobar su situación económica, pues esta es una condición fundamental para estudiar en la UABIC. Según Michel, son personas del Departamento de Educación Media Superior de la UADY que hacen las visitas a las casas para averiguar las condiciones socioeconómicas de los estudiantes.

Al principio, la UABIC utilizaba un plan de estudios llamado MEyA - Modelo Educativo y Académico -, pero el Departamento de Investigación e Innovación Educativa de la UADY creó el MEFI - Modelo Educativo para la Formación Integral - con un enfoque por competencias9, implementado a partir de 2012 a nivel superior y, a partir de 2015, a nivel del bachillerato en todas las escuelas de la UADY.

Hubo una reforma desde 2006 aquí en México que impulsó mucho ese cambio con las competencias. Entonces la idea es dejar de centrarnos en la memorización, dejar de centrarnos en un listado de contenidos probablemente sin conexión y mostrar, con los alumnos, contenidos que permitan desarrollar habilidades que les sirvan para resolver problemas, pensamiento crítico, pensamiento analítico. Que puedan ellos aplicarlos o llevarlos a un contexto, no solamente escolar, sino de fuera. Y viene marcado por algunas particularidades: el número de crédito que se había de cubrir y para el bachillerato, además, trae un eje ocupacional. La idea es que el alumno que decide no estudiar el nivel superior, o si, quiere estudiar, pero, además, requiere trabajar, tenga algunas herramientas que le permitan, de manera independiente o a través de un empleador, insertarse en el campo laboral. La unidad académica trabaja el eje del horticultor, de auxiliar administrativo y de administrador de medios sociales. A los chicos, durante su segundo y tercer año de bachillerato, se imparten estas asignaturas del componente ocupacional para que aprendan algunas herramientas laborales y algún oficio. Eso es un cambio principal que tuvo el MEFI, pero sin llegar a ser un bachillerato técnico. Son las herramientas mínimas que se les proporciona. Probablemente, éste sea un aspecto que hay que mejorar, pero poco a poco. Es una diferencia notable (MITCHEL, en conversación, 2018).

Otro cambio después de la utilización del MEFI, fue la participación de los estudiantes en las clases:

Yo normalmente hago mis recorridos desde la mañana, desde tempranito, y hasta las últimas horas de clase. Yo veo, en más de la mitad de las clases, a los alumnos interesados, sobre todo a los alumnos haciendo algo. Es muy raro llegar a un salón donde el alumno esté pasivo, solamente escuchando el dictado del maestro. Sí pasa, pero es muy ocasional. Yo normalmente, cuando paso, veo que los maestros están con los equipos, están dando indicaciones, los estudiantes están levantando la mano, hacen preguntas, están haciendo algo. En unas asignaturas más que en otras, pero sí se nota un cambio en cuanto a esa dinámica. Lo que veo también es que los maestros están buscando maneras distintas de cómo llegar a los chicos porque, a pesar de todos los salones ahí proyectores, hubo una época en que no servía ningún proyector prácticamente y tuvieron que buscar la manera de hacer (MITCHEL, en conversación, 2018).

De hecho, yo también percibí que los estudiantes están casi siempre en actividades de grupos. Un día, después de terminado el horario de aula, vi unos estudiantes haciendo ejercicios de seno y coseno en la pizarra. Ellos me dijeron que su maestro de matemáticas les pidió para hacer un video10 de ellos resolviendo el ejercicio en grupo, lo que me pareció muy creativo, pues es muy fácil que los estudiantes tengan celular y eso puede ser más interesante que solamente hacer la actividad en papel.

En una clase de inglés de tercer año11 en que participé, los grupos tenían que presentar monumentos por el mundo (cuando fueran creados, sus dimensiones etc.) y muchos presentaron prototipos hechos por ellos con muchos detalles. Pregunté a profesora si ella calificaba el trabajo manual y ella me dijo que los estudiantes no lo hacían por calificación, sino porque les encantaba hacerlos y que era muy común los estudiantes presentaren trabajos manuales elaborados. Mitchel nos cuenta que a los estudiantes de la UABIC les encanta hacer estas actividades:

Y lo que veo que les interesan más a nuestros alumnos de la unidad académica es cuando tienen que hacer algo manual, tienen que construir algo, hacer un prototipo, un cartel, si ellos se involucran en hacer recortes, pegar, si les gusta mucho este trabajo. Incluso ha habido reportes donde dejan de hacer otras actividades por hacer la actividad donde les pide construir algo. Aparte, yo veo que les llama mucho la atención (MITCHEL, en conversación, 2018).

En la Jornada de Ciencia, Cultura y Tecnología, en octubre de 2018, hubo un concurso de altares para el día de los muertos que premiaba a los altares que más se acercaran a la tradición yucateca del Hanal Pixán, nombre que significa "comida de las ánimas". Esta es una tradición del pueblo maya (grupo indígena que habita la región) y ahora de los mexicanos en general, que viene de la creencia de que entre los días 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas "reciben permiso" para visitar a sus familiares y estos preparan un altar con comidas, bebidas y recuerdos del fallecido. En la escuela, cada salón de clase preparó su altar y presentaba a dos personas de fuera de la escuela que los calificaban, según criterios de más tradicionales y representatividad de la cultura yucateca. El altar ganador iba representar la escuela en un concurso con todos los cursos de la UADY, y, de este grupo, saldría un vencedor que recibiría un premio en dinero.

Imágenes de actividades realizadas por los estudiantes de la UABICFotos: 1 y 2 (Materiales presentados por los estudiantes de 3o año en una clase de inglés en septiembre de 2018.Fotos: 3 y 4) Altares presentados por los estudiantes en la escuela para el concurso de Hanal Pixán. 

Para el gestor académico, además de actividades en grupo, con más participación de los estudiantes, otra ventaja con la utilización del MEFI fue el aumento de estudiantes que terminan en bachillerato en la UABIC, habiendo menor deserción y reprobación. Él dijo que, en junio de 2018, terminaron el bachillerato uno 85% de los estudiantes de la UABIC. Antes del MEFI, entraban 300 y el máximo de alumnos que egresaban era 135, habiendo más de 50% de deserción. Antes de llegar al tercer año, la escuela ya tenía muchas bajas, como 80 a 90 alumnos que decidían no estudiar. Le pregunté que los estudiantes justificaban para salir de la escuela.

No quisiera generalizar, pero algunos casos que me han llegado eran cuestiones económicas de no poder seguir, por el pasaje del camión, o por la comida, por cuestiones de que los papás prefieren meterlo a trabajar para que apoyen la casa. Algunos pocos casos de embarazo, muy pocos, un caso por cada generación, más o menos. Pero, principalmente, es el factor económico, incluso ellos, cuando empiezan a trabajar en ocasiones, durante vacaciones, ya no regresan porque ya empezaron a ganar dinero y en casa ellos están viendo que pueden ayudar a mamá o a papá o a sus hermanitos y prefieren seguir trabajando y dejan de venir (MITCHEL, en conversación, 2018).

La respuesta no explica por qué el MEFI aumentó la oportunidad de los estudiantes terminaren el bachillerato y le cuestioné si el cambio para que los alumnos se mantuviesen en la escuela fue de sus condiciones económicas.

No ha mejorado mucho el nivel económico. De manera interna, a la misma escuela trata de solventar muchas cosas con los alumnos. Aquí es muy común, si usted se acercara a los cerca de 50 maestros que hay, estoy seguro que al menos 40 han sacado de su bolsillo para apoyar al alumno. Si los alumnos no traen sus copias porque no la pueden imprimir, yo les doy porque me interesa que lean, me interesa que hagan la tarea. Para los que se reprueban en materias, tienen que recursar. Esos ya son horarios más tarde y el alumno está desde las 7 y hay un recursamiento que empieza a las 4. Y no se va a su casa porque no tiene para volver. Esos casos pasan muchas veces que el maestro le da algo de comer, compra algo extra y o, si tienes su taller deportivo más en la tarde, hay que ver cómo ayudar. Pasa mucho. De poquito en poquito, eso logra muchas veces que el alumno no se va (MITCHEL, en conversación, 2018).

El horario de la escuela es de 7:00 a las 13:00 o hasta las 14:30, pero a los jueves y los viernes los alumnos se quedan hasta más tarde por las actividades de trabajo social o deportivas12 o si tienen algún recursamiento para cumplir. Los recursamientos, o extraordinarios, son para los estudiantes que no obtuvieron el mínimo de 70 pontos en cada asignatura y, por eso, no aprobaron al final del semestre. En el total, los recursamientos tienen unas 8 y 9 sesiones, o sea, 3 o 4 semanas de trabajo extra, en que el estudiante vuelve a llevar los temas, hacer actividades y, al final, presenta a un examen13. Son hechos durante las vacaciones de invierno o verano y en periodos de aula, cuando son a diario de 13:00 a 14:30, de 14:30 a 15:50 y de 15:50 a 17:10. Hay recursamientos mismo que sea para un estudiante. Son dados por los maestros de la escuela o, si estos ya tienen toda su carga de trabajo llena, la escuela contrata otro profesor para eso.

Cada recursamiento tiene un costo para el alumno, lo que es un problema para muchos estudiantes de la UABIC y ellos pueden pagar y hacer solamente uno, dejando los demás para después15, pues las asignaturas no son consecutivas. O sea, un estudiante puede pasar a la siguiente y estar debiendo la anterior, con excepción para el inglés del tercer semestre. En ese caso, el estudiante puede hacer el inglés en el cuarto semestre junto con el recursamiento del tercer semestre, pero no será aprobado en el cuarto semestre si no tiene, antes, la aprobación del anterior. El alumno puede tener recursamientos en todas las asignaturas que hace y puede hacerlo para la misma asignatura hasta 3 veces, pero, si no aprueba, tiene baja de la escuela.

Continuando su explicación, el gestor académico apunta otros factores que, en su opinión, con la llegada del MEFI pueden tener mejorado la frecuencia a la escuela y ayudado los estudiantes a seguir sus estudios y no reprobar.

Hay un mayor seguimiento que trajo el MEFI por la parte de tutoría y orientación. Hay un programa ahorita que se llama “Yo no abandono”15, en cada clase, además de la lista normal del maestro, en cada salón, hay una hoja donde se marca su ausencia y la tutora los llama para conversar16 y, si el alumno falta, se les llama a los padres de familia. Eso empezó con el MEFI y nos ha apoyado mucho para evitar parte de la deserción porque a veces los papás no estaban enterados. El mismo modelo exige de alguna manera del profesor más trabajo: recibo la tarea, califico, retroalimento y, si hay algo que corregir, en teoría el profesor debería solicitar y recibir un email. Yo sé que no sucede siempre, pero ha aumentado esa solicitud. Y sí, veo a muchos que lo hacen. Eso permite que el alumno vaya mejorando un poco su calificación, pues, en el camino, va corrigiendo sus errores. Es mejor que, en el final, tenga que entregar todo de golpe. Otra actividad interna que hemos hecho: cuando vemos que algún chico está yendo mal que necesita recursamiento, a veces, preferimos descargarlo de ese recursamiento, como si no se hubiese inscrito y él sigue preparándose. Cuando se siente preparado, paga su extraordinario porque hay una mayor seguridad de que apruebe. Pero, todo eso lo manejamos de manera interna. Estoy seguro que, si aplicáramos la normativa como está planteada en el modelo, la deserción sería la misma. Por ejemplo, en los extraordinarios nos dicen que el alumno debe tener 100% de asistencia. Si ya reprobaste tu asignatura, cuando vas a un recursamiento, no debes faltar ni una vez, pero no aplicamos eso, tenemos extendido a tres faltas, a la tercera falta, ya te doy de baja, pero desde la primera falta el profesor tiene que enviar un correo a la tutora y a mí y nosotros lo llamamos para saber lo que está pasando, en la segunda falta, volvemos a llamar y en la tercera falta ya damos de baja. Son esas pequeñas acciones que tratamos de hacer todos los días, para evitar eso y nos ha funcionado. Puede ser que hay otro factor, no lo dudo, esos son al menos los que yo he podido ver directamente (MITCHEL, en conversación, 2018).

Los comentarios revelan un interés muy grande de la escuela por cada uno de los estudiantes, con un acercamiento que les permite ayudar, incluso en sus dificultades financieras. Además, llama la atención que la escuela tome una actitud interna de cambiar o flexibilizar algunas reglas de la UADY por conocer la realidad de sus estudiantes y hacer todos los esfuerzos para que sigan en sus estudios. Mitchel nos dijo que, con el MEFI, ha disminuido también la reprobación:

Comparado con el modelo anterior, ha disminuido la reprobación. Digamos que al final de un semestre, en el modelo anterior, de 300 alumnos, teníamos 250 que al menos debían una asignatura. Ahorita, con él MEFI, nuestro mejor número ha sido, que, al término de un semestre, eran 80 a 85 alumnos que debían 1 asignatura. Sí, redujo casi al 50% (MITCHEL, en conversación, 2018).

Acerca de los resultados generales de la escuela, según el gestor académico, en la prueba estandarizada del Pisa17, hubo una generación de estudiantes que estuvo dos puntos arriba del promedio de las preparatorias de México, pero en las demás generaciones la escuela está en el lugar 35 a nivel estatal, siendo 50 lo más bajo que ya estuvieron:

Fíjese qué curioso porque las otras dos prepas de la UADY, la prepa 1 y la prepa 2, se ubican en los tres primeros lugares y llama mucho la atención que nosotros, siendo una tercera prepa de UADY con el mismo plan de estudios, nos quedamos en un lugar 35, no hemos podido acercarnos. Hay muchos factores, hemos querido de alguna manera justificar el porqué, pero hay que investigar por qué pasa eso (MITCHEL, en conversación, 2018).

Por otro lado, también hay algunos buenos resultados y, recientemente, algunos alumnos están comenzando a tener participación en olimpiadas como la de matemáticas y de química. “Son pocos alumnos todavía, pero ya empiezan a destacarse algunos.” (MITCHEL, en conversación, 2018). Es una gran conquista también que estudiantes, que tal vez no estudiasen siquiera una preparatoria, van a hacer licenciaturas y algunos sean aprobados para estudiar en la universidad que es considerada la mejor del estado.

El diría que al menos uno 50% logran ingresar una carrera de UADY y terminan. Al menos, los que han regresado, regresan contentos. Muchos, sobre todo de las primeras generaciones, nos platican que, en sus carreras, eran muy reconocidos por sus maestros que decían que tenían buenas habilidades de expresión, de investigación, de trabajo en equipo, comparados con los de otras prepas (MITCHEL, en conversación, 2018).

Diana, por otro lado, nos cuenta que, en las primeras dos generaciones de la escuela, un 50% de los que presentaban para la UADY entraban, lo que es muy bueno para el nivel de competencia del examen. Sin embargo, en la generación del nuevo modelo educativo, ese número bajó al 30% y ellos están buscando saber qué está pasando, después del cambio del modelo. O sea, con el MEFI se redujo la reprobación en la escuela, pero se redujo también los índices de aprobación en la UADY. Una de las indicaciones de calidad de la escuela puede ser, seguramente, sus índices de aprobación en la universidad18 , pero ni todos los estudiantes tienen ganas de seguir estudiando, además la misión de la escuela es más amplia:

Formar bachilleres con una educación integral, humanista y de calidad, comprometidos con el desarrollo sustentable, innovadores, creativos, emprendedores, con una clara visión de su propio desarrollo personal y social, con conocimientos, principios y valores, que posean competencias para la vida y continuar su formación en el nivel superior, con capacidad para insertarse social y productivamente y así contribuir a su realización personal (MISIÓN DE LA ESCUELA, s.d.).

Para la realización de estos propósitos, la UABIC tiene una malla curricular muy interesante, que intenta, como planeado, la formación integral del alumno. Es muy claro que ella no tiene como fin último la aprobación en la universidad y sí una preparación que pueda ser útil a los estudiantes en muchas áreas de su vida, cuando terminen la preparatoria. Hay una formación profesional (aunque pequeña, pues no es una escuela técnica), una formación humana muy significativa, con una perspectiva de interacción comunitaria que mantén la escuela y sus estudiantes conectados con su entorno, y no encerrados en sus salones, pensando en su beneficio personal. Estas actividades pueden ser sencillas para estudiantes de una preparatoria, pero los sensibiliza para mirar su entorno, conocerlo y proponer cambios para ellos mismos y para la población atendida que, en el caso de la escuela, son las familias, amigos y vecinos de los propios estudiantes. En la UABIC, los estudiantes hacen, obligatoriamente, actividades socio comunitarias en que ellos actúan como agentes de cambio para modificar su entorno, haciendo acciones muy concretas para una situación en que él, o personas de su comunidad, pueden estar viviendo.

Malla curricular de la UABICImagen: PLAN de estudios del Bachillerato General Universitario. 

Lo primero que llama la atención es que los estudiantes tienen materias optativas y algunas de carácter laboral. Algunas asignaturas hacen relaciones de los contenidos con el cotidiano como: “Las matemáticas en mi entorno” y “Química en la vida cotidiana” y con el estudiante como: “Proyecto de carrera”, “Proyecto de vida” y “Relaciones humanas afectivas”. Hay, todavía, todo un conjunto de materias relacionadas con las actividades sociales que los estudiantes desarrollan en la comunidad y los preparan tanto para la investigación como para la implementación de un proyecto social comunitario.

Todas las asignaturas tienen una secuencia, un programa general, creado por profesores de la UADY y por las 3 prepas de la Universidad. El docente tiene que preparar su material, pero basado en algo que está estructurado, y cada semestre se hacen reuniones, en donde el gestor académico pide adecuaciones para que las prepas desarrollen el mismo plan de estudios. Diana comenta que ellos han tenido que hacer adecuaciones en ocasiones, porque hay horas no presenciales y muchos estudiantes no tienen computadora o internet.

Por sus exigencias de participación e interés, la escuela demanda dedicación por parte de los estudiantes y apoyo de sus familias. Mitchel nos contó que hay juntas con las familias tres veces durante cada semestre y cerca del 80 a 90% de los familiares asisten. Las juntas son en cada salón de clase con los maestros y los familiares y si muestra el promedio de todas las asignaturas por cada grupo, para que, con la boleta del hijo, ellos puedan ver si él está arriba o abajo del promedio19. Es un momento importante también para que familiares tengan más proximidad con los profesores de sus hijos.

Y de la parte de la relación con los maestros, esta escuela, comparada con las otras dos de la misma UADY, tiene un vínculo muy cercano con los alumnos. Creo que es porque somos una escuela pequeña, los salones son de 30 a 33 alumnos y los maestros realmente llegan a hacer un lazo importante con ellos. Pues el contexto es una zona vulnerable o marginada. Para muchos de estos chicos, y me consta porque he oído que ellos lo digan abiertamente, los maestros son un modelo para seguir, son un ejemplo de vida y recuerdo. Frases muy significativas donde el alumno decía: yo no hubiese terminado la prepa, si no me hubiese inspirado tal maestro o tal maestra, porque a veces en casa no tienen ese apoyo constante, a veces por ignorancia o ausencia de los papás que no están. Aquí encuentran ellos la posibilidad de que sí se puede salir de este ciclo donde viven. Hay muy buenas relaciones con ellos, se ve en los pasillos, se saludan, el respeto entre los compañeros y los maestros es muy marcado. Tenemos de pronto ahí los casos donde hubo algún malentendido o algo, pero son casos mínimos. Normalmente, ellos saben estas cuestiones de respeto y los mismos maestros igual: si les pide que los promuevan, que los traten a todos igual. Hay que estar pendientes de estas cuestiones de bullying o de acoso con los alumnos y, a través del área tutoría, dale la atención. Entonces hay muy buena relación (MITCHEL, en conversación, 2018).

Conociendo ese carácter cercano de relaciones entre estudiantes y profesores, buscamos saber cómo son las contrataciones para trabajar en la UABIC. Algunos profesores fueron invitados, muchos de ellos egresos de la UADY y con el perfil para el trabajo, pero la mayoría llegó a través de una selección a través de una convocatoria estatal, cuando empezó el bachillerato. Según Mitchel, hubo más de 200 aspirantes y, en primer año, sólo se quedaron 8 profesores y los demás fueran llamados por su currículum en la medida en que la escuela necesitaba20. Todos los profesores tienen, desde 2009, contratos de 6 meses y, a cada semestre, se renuevan los contratos. En la UADY, los profesores tienen que pasar cerca de 10 años para aspirar a una base, o sea, a estabilidad laboral.

Es muy raro, es una excepción muy grande que, antes de los 10 años, den base21 a un profesor. Las personas que tienen base son las personas administrativas, los supervisores, las secretarias, la señora del control escolar que ve los trámites, los intendentes… ellos, a los 2 años, ya pueden aspirar a una base, pero los profesores de la UADY al menos tienen que esperar 10 años. Yo conozco caso de compañeros que después de 18 años llegó su base (MITCHEL, en conversación, 2018).

Los profesores de la UABIC pueden tener, a cualquier momento, sus contratos encerrados, pues no hay nada que garanta que ellos van a permanecer en el semestre siguiente22, pero, según nos contó Mitchel, hasta el momento, hay un compromiso de mantener al grupo y los profesionales que salieron se fueran por su deseo, no por demisión. Hay una confianza de que, en 2019, cuando la escuela cumple 10 años, por lo menos los maestros fundadores van a adquirir su base.

En relación a los salarios, de acuerdo con Mitchel, los que trabajan en otras escuelas públicas, que non son de la UADY, normalmente ganan más y la explicación es que, los que dan clases en las demás escuelas públicas ya concursaron por una base. En escuelas públicas, los maestros no pueden dar clases si no tienen la base, en la UADY sí. Por eso, un profesor de tiempo completo de escuelas estatales gana más que un profesor de la UADY. Para Mitchel, el docente de la UABIC tiene más exigencias de trabajo, pues, a la diferencia de las otras dos prepas, ella termina más tarde las clases. Además, Patricia nos comentó que, como las asignaturas de la UABIC fueron creadas por el MEFI, cuando quieren preparar algo diferente, no siempre los maestros23 encuentran materiales prontos y deben elaborar sus guías de trabajo24 y tener todo listo en el momento de iniciar el semestre.

La UABIC exige mucha dedicación, tanto de parte de los estudiantes, cuanto de los profesores. Por el hecho de seguir el mismo plan de estudios de otras prepas de la UADY, con gran expectativa de preparación de los estudiantes, por su misión de promover una formación integral y de alta calidad, por el trabajo social que desarrolla en la comunidad y por las condiciones de los estudiantes y sus familias.

Consideraciones Finales

La investigación, en la perspectiva del construcionismo social, es siempre relacional, los participantes deben se involucrar en todas las etapas del trabajo. Yo estuve en clases con los estudiantes, hablé con los profesionales, alumnos y sus familiares acerca de lo que estudiaban y como les parecía el trabajo de la institución. En las conversaciones con los maestros, ellos eran invitados a decir como era su trabajo en la escuela y mis preguntas venían de su exposición de cosas que no me estaban claras o de curiosidades que me generaban. Los maestros me parecían muy a gusto hablando de su trabajo y las conversaciones fueron libres, sin un guion definido previamente. El trabajo final fue enviado a la escuela y a los maestros para opinaren acerca de todo el contenido. Algunos pidieron algunos cambios y, después de hechas las alteraciones, todos leyeron y estuvieron de acuerdo con la publicación. Los nuevos encuentros y conversaciones fueran nuevas oportunidades de hablar acerca del trabajo que hacían y de construimos juntos la investigación.

La UABIC tiene una historia muy interesante e importante en la ciudad de Mérida y, en sus casi diez años de existencia intenta adaptarse a nuevas realidades y desafíos, pero siempre manteniendo su misión de una formación escolar integral.

Para el trabajo de formación social y humana que desarrolla esta escuela de bachillerato, fue creada una malla curricular muy diferenciada con disciplinas que intentan articular los contenidos a la realidad de los estudiantes, con materias optativas, materias de formación humana, de preparación para el trabajo y actividades socio comunitarias.

La escuela tiene el reto de promover una educación de calidad preparando los estudiantes de una zona con bajos recursos económicos para la educación superior, comprometiendo se también en formar seres humanos íntegros y responsables, interesados y preparados para involucrarse en la busca de cambios sociales.

Mi experiencia en los días en que estuve en la escuela fue de que en todo se busca ofrecer lo mejor para los estudiantes y ellos, bien como la comunidad, si sienten muy agradecidos y consideran que la escuela les brinda con una formación de calidad.

Por otro lado, la situación de los maestros de la escuela, con salarios más bajos que los profesores estatales, necesitando de, por lo menos, diez años de trabajo para obtener estabilidad laboral, no es la ideal. Mejores salarios para los profesores son una garantía importante, pues ellos son fundamentales para la calidad de la educación y es visible la responsabilidad y dedicación con que hacen su tarea.

Una de las cosas a considerar también es, por su selección, el difícil ingreso en la UABIC de los alumnos que tienen muchas dificultades de aprendizaje, déficit cognitivo u otras deficiencias. Está claro que fue una decisión de la escuela recibir estudiantes con mejores condiciones de llegar a la universidad. Esos, por la zona en que viven y por sus condiciones financieras, tenían menores posibilidades de estudiar en una prepa da la UADY. Fue ya una flexibilización de los criterios para selección de los estudiantes, pero sigue siendo una escuela para pocos y pienso que eso es algo a mejorar, a final de cuentas, todos tienen derecho a una educación de calidad.

1Este artículo es parte de una investigación de pós doctorado hecha en el Instituto Kanankil en la ciudad de Mérida, México. Agradezco las contribuciones de María del Rocío Chaveste Gutierrez y Papusa - María Luisa Molina López por las conversaciones tan agradables y de mucho aprendizaje. Agradezco a Laura Cámara Bauserman por su lectura y corrección del español.

2Dedico este artículo a la UABIC y agradezco al coordinador administrativo Guillermo Contreras Gil por la confianza en permitir la investigación y la publicación del artículo con el nombre de la institución, a todos los profesores que cedieron su tiempo y informaciones de su trabajo y a los estudiantes que me recibieron en sus clases y me ayudaron a comprender mejor cómo funciona la escuela.

3En México, se llama prepa a las escuelas de bachillerato, como una abreviación de escuela preparatoria.

4Este artículo fue enviado a todos los que participaran de la investigación y al director de la escuela para su aprobación y la publicación fue condicionada a que ellos estuviesen de acuerdo con la redacción. Todos los participantes fueron invitados a participar y aceptaran grabar sus relatos. Las fotos también fueran hechas con la aprobación de la escuela..

5Mitchel imparte clases de redacción de textos y organización de la información y siempre tiene un grupo de clase: “[…] para que pueda vivir en la realidad y verlo directamente lo que me comenta los alumnos y los maestros” (MITCHEL, en conversación, 2018).

6El gestor acadêmico coordina los coordinadores de las áreas de matemáticas, de ciencias naturales, de ciencias sociales, deportes y tecnologías.

7Algunas personas son contratadas para hacer algunos trabajos, pero no son maestros de la escuela. Estuve, por ejemplo, con dos personas que acompañaban los trabajos sociocomunitarios de los estudiantes y eran contratados solamente para esta actividad.

8Las transcripciones están muy próximas del original, algunas repeticiones y vicios de lenguaje fueron retirados.

9Mitchel nos informó que una de las principales características del modelo tuvo que ver con las competencias, que ya se venía trabajando en Europa y en Australia y en otros lados, y fue adoptado porque tenía muchos argumentos a favor.

10Otras veces vi a los estudiantes hacer videos por la escuela y me parecian ser para actividades de clase.

11Las clases de inglés y matemáticas son las únicas en que los estudiantes no pueden salir ni siquiera para ir a una consulta en los consultorios de enfermería, odontología y nutrición en la escuela. La escuela tiene una enfermera contratada y los servicios de odontología y nutrición son hechos por estudiantes de la UADY sob supervisión o profesionales haciendo servicios sociales.

12Mitchel nos dijo que, según sus últimas estadísticas, alrededor de 30% del alumnado trabajaban en tiendas, o vendiendo créditos de teléfonos o cosas así. Pregunté a los estudiantes cómo concilian el horario de la escuela y del trabajo y ellos me dijeron que, en la comunidad, sus patrones saben que tienen actividades escolares y que tendrán menos horas disponibles para el trabajo.

13Si el alumno no aprueba, puede se tornar un alumno irregular, o sea, tiene que aprobar las asignaturas que debe para ingresar a la clase y, muchas veces, tiene que incorporar a la generación seguinte.

14Cada recursamiento para cada asignatura tiene un costo de $92 pesos para los estudiantes de la UABIC, pero en las otras dos escuelas de la UADY, el costo es de $492 pesos.

15El Programa “Yo no Abandono” fue creado en 2013 por la Secretaría de Educación Media Superior de México que disponibiliza, en su sitio en internet, varios materiales, incluso una “caja de herramientas para una gestión contra el abandono escolar” a partir de un amplio movimiento contra el abandono escolar.

16Diana nos contó que la hoja de inasistencia es recogida todos los viernes y, los lunes, los tutores llaman los estudiantes para una explicación. Si ellos no comparecen o si faltan mucho, las familias son contactadas para saber qué pasó.

17El PISA, Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos, califica cada tres años a los estudiantes que están terminando la educación obligatoria en tres áreas distintas: lectura, matemáticas y ciencias y hace una comparación de los resultados en varios países del mundo.

18Según la experiencia de Mitchel, cerca de 30% de los estudiantes egresados de la UABIC fueran estudiar en la UADY y algunos que van a facultades particulares o van a trabajar y un porcentagem mínima de chicas que dejan de estudiar, se casan y tienen hijos.

19Estas juntas son importantes también porque la escuela tiene una visión de cómo está el salón, durante el transcurso del semestre.

20Los que hacen servicios, como los psicólogos, en general, no presentan exámenes, son seleccionados por currículos y entrevistas. Cada profesional tiene un contrato de trabajo diferente dependiendo de sus horarios de trabajo y sus funciones.

21Base significa estabilidad temporal y una mejora del salario.

22Hay un director de todo el nivel superior y medio de la UADY que es el responsable por la contratación de los profesores.

23Patrícia nos informó que la escuela está en el sistema nacional de bachilleratos, el sistema que regula la calidad de los bachilleratos y, para eso, todos los profesores tenían que tener una certificación y estar preparados para trabajar con competencias y, por lo tanto, más de 90% de los profesores de la UABIC tienen el diplomado en competencias docentes.

24Según Patrícia, estos materiales son más económicos para los alumnos, que los pueden fotocopiar.

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Recibido: 22 de Octubre de 2018; Aprobado: 14 de Enero de 2019

Profa. Dra. Rita de Cássia de Souza

Universidade Federal de Viçosa (Minas Gerais, Brasil)

Departamento de Educação Grupo de Pesquisa: Memória,

Instituições e Subjetividade (CNPq

ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-9823-6174

E-mail: ritasouza@ufv.br; ritasouzaufv@gmail.com

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