Introducción

La profesora Marinete Gomes Bezerra (bautizada con el nombre Maria Nazaré Gomes) nació el 9 de enero de 1921 en la ciudad de Macaíba (Rio Grande do Norte, Brasil), donde vivió su infancia con la alegría inherente a esta fase de la vida. Ella era la segunda hija (de cinco hermanos, tres mujeres y dos hombres) de Raimundo Ferreira Gomes (conductor, mínimamente alfabetizado) y Anália Martins Gomes (responsable de las tareas domésticas y responsable de criar hijos, también mínimamente alfabetizada). Su nacimiento ocurre en una década de expansión de escuelas primarias en ciudades, pueblos, aldeas y pequeños pueblos.

Esta expansión de las escuelas primarias ha sido fundamental para ampliar las oportunidades educativas, especialmente para la población pobre de 6 a 14 años de edad. Y esto ocurrió simultáneamente con los servicios de asistencia escolar a la salud pública (atención médica y dental de la escuela), que formaban parte del programa de reforma social y educativa de los gobiernos estatales (1908-1930), incluida la creación de la Escuela Normal de Natal (Decreto no. 178, 29 de abril de 1908). Los centros de poder político, las ciudades sede de los treinta y siete municipios existentes en ese momento, se beneficiaron, en su mayoría, por la institucionalización de la modalidad de grupo escolar.

Fue en la continuidad de ese programa de reformas social y educativas de los gobiernos de Rio Grande do Norte que la profesora Marinete fue inscrita por sus padres en el Grupo Escolar "Auta de Souza", de su ciudad natal (Macaíba), creado en el gobierno de Alberto Frederico de Albuquerque Maranhão (Decreto No. 255 del 19 de octubre de 1911) y extendido bajo el gobierno de José Augusto Bezerra de Medeiros, con el curso complementario (Decreto No. 223, 28 de enero de 1924).

En su libro de reminiscencias - Un gran amor - escrito de manera romántica, publicado el año en que cumplió ochenta y cuatro años, la profesora Marinete ^{Bezerra (2005}, p. 10) informa que su educación primaria se completó “[. ..] con seis años de estudio profundo, habiendo realizado pruebas orales y escritas ”. La profesora Erminia es recordada por su rigidez en la enseñanza; la profesora Yayá, quien le enseñó a leer y escribir, es recordada por sus actitudes amorosas y afectuosas, así como por su capacidad visible para tratar con niños.

La educación infantil (dos años), la educación primaria (dos años) y la educación complementaria (dos años) ocurriron en el periodo de 1928 (cuando ingresó a la escuela mixta infantil, con ocho años de edad) hasta 1936 (cuando finalizó el curso complementario con catorce años de edad). Según ella, haber sido aprobada con distinción le garantizó su inscripción en la Escuela Normal de Natal, sin tener que tomar exámenes.

Este trabajo, como uno de los productos de un proyecto de investigación en desarrollo - La educación de las mujeres en Brasil y Portugal (siglos XIX y XX) -, proporcionado por un corpus documental, tiene como objetivo dilucidar las dimensiones teóricas y prácticas de la formación pedagógica en la Escuela Normal de Natal (1936-1940) y la enseñanza profesional de la profesora Marinete, especialmente en la Escuela Aislada en la aldea de Campo Redondo (1941-1942), en la Escuela de la Hacienda São Romão (1942-1943), en la Escuela Infantil de la isla Fernando de Noronha (1953-1955) y el la Escuela Infantil de Caicó (1960-1969).

Al contemplar las dimensiones teóricas y prácticas de la formación pedagógica y la enseñanza profesional, la comprensión metodológica definida por ^{Catani (2000}) se hizo pertinente, de modo que un análisis simultáneo de las dimensiones teóricas y prácticas - formación y enseñanza - en las instituciones de estudio y trabajo, y más allá del conocimiento disciplinario. Para Catani (2000, p. 596), de alguna manera, "[...] la historia de la profesionalización de los docentes integra la historia de las ciencias de la educación, el conocimiento especializado y, en consecuencia, los medios de difusión".

Formación pedagógica en la Escuela Normal de Natal

Completé el curso (primario) en 1935, con catorce años. Le pedí a papá que continuara mis estudios, porque solo quería hacer el Curso Normal, ya que sentía una verdadera adoración por los niños [...]. La verdad es que no quería dejar de estudiar, porque mi deseo de ser maestra comenzó cuando era niña, cuando jugaba con mis muñecas (^{BEZERRA, 2005}).

El relato de la profesora Marinete, en su libro de reminiscencias, muestra el porqué de su volontá en ingresar a la Escuela Normal de Natal con la conclusión de su primera educación escolar: su adoración por los niños. Sin embargo, el reglamento de la Escuela Normal de Natal, en vigor en 1922, disponía que, en el momento de la inscripción (mes de enero), el solicitante deberia tener entre 15 y 25 años de edad. Al no estar incluida en este grupo de edad y debido a la posibilidad de pasar el año 1937 sin estudiar, según la profesora Marinete ^{Bezerra (2005}, p. 13), su padre resolvió este problema de la siguiente manera: "[...] Tomó mi registro de nacimiento como si hubiera nacido el nueve de enero, porque en esa fecha yo ya tendría quince años y me inscribí de inmediato”. En su mudanza a Natal, trajo consigo el uniforme de la Escuela Normal (cosido por su madre), así descrita: “La falda azul marino plisada, la blusa blanca con lazo fino del mismo color que la falda, calcetines largos negros y zapatos negros bajos".

Entre el año de su ingreso (1937) y el año de finalización (1940) de los estudios, dirigidos a la formación pedagógica para la enseñanza pública primaria, el Curso Normal de Natal se regía por los siguientes estatutos legales: Código de Educación (aprobado por el Decreto no. 261 del 28 de diciembre de 1911), la Ley Orgánica de Enseñanza (aprobada por la Ley N ° 405 del 29 de noviembre de 1916) y el Reglamento de la Escuela Normal de Natal (aprobado por el Decreto N ° 161 del 7 de enero de 1922). De acuerdo con el Código de Enseñanza (1916), este curso tuvo como objetivo capacitar al maestro desde el punto de vista de la inteligencia, del corazón y del carácter, con la necesaria orientación técnica y profesional.

En esos años (1937-1940), los propósitos de la formación pedagógica normalista para la enseñanza en el magisterio primario, generalmente, se lograrían mediante la convergencia de las dimensiones teóricas y prácticas de los programas de estudio, así como de las actividades de instrucción. Para dar solidez teórica y práctica a la formación de los normalistas, los profesores tuvieron que emplear las ideas de la Nueva Pedagogía, los procedimientos y el método de enseñanza intuitiva, observando sus gradaciones y deducciones similares al de la educación primaria. Una actividad instructiva para el beneficio de la salud del cuerpo y la educación para el movimiento habría sido el voleibol, practicado por la profesora Marinete, miembro del equipo de la Escuela Normal de Natal y capitán del equipo.

Como estudiante en la Escuela Normal de Natal, se graduó, progresivamente, para enseñar en la escuela primaria, a través de la pertinencia de la contigüidad del conocimiento específico de la dimensión teórica, la dimensión práctica (etapas de aprender a enseñar, por ejemplo) y las actividades instructivas, asumiendo la obligación de estudiar las siguientes materias: Portugués, Francés, Canto Orfeónico, Matemáticas, Dibujo, Geografía General y Particular de Brasil, Historia General y Particular de Brasil, Trabajo Manual, Economía Doméstica, Educación Física, además de Historia Natural, Física y Química, Ciencias Físicas y Naturales, Pedagogía, Pedología, Higiene Escolar y Prácticas Pedagógicas. De 1937 a 1940, la Escuela Normal de Natal estuvo dirigida por los maestros Antonio Gomes da Rocha Fagundes y Clementino Hermógenes da Silva Câmara.

La observación de los niños en el entorno de la sociabilidad escolar sería un procedimiento fundamental para las normalistas, a fin de comprender parte de su preparación para el aprendizaje, combinada con el desarrollo físico, estético, intelectual, moral y sensorial. Para la realización de una educación integral del niño, el programa de Pedagogía para el tercer y cuarto año del Curso Normal, condensó, en gran medida, la sistematización del conocimiento pedagógico (y el conocimiento que emanaba de ellos en relación a metodologías y didácticas), apuntando a la formación completa de los normalistas para enseñar a los niños con uniformidad. La pedagogía - es decir, su conocimiento disciplinario y sus repertorios - parecía tener como objetivo final la efectividad teórica de las prácticas frecuentes en la clase. El programa de Pedagogía proyectaba la formación completa del educador del niño por el ordenanmiento de los siguientes estudios:

Programa de Pedagogía. 3º año. 1ª Parte - Pedagogía general. 1°) Pedagogía y ciencias afines. 2°) Educación, concepto, propósitos, clasificación, agentes, materias. 3°) Educación de los sentidos. 4°) Teorías de Pestalozzi y Spencer. 2ª Parte - Metodología. 1°) Métodos Generales de Enseñanza. 2°) Metodología de Lectura. 3°) Metodología de la Escritura. 4°) Metodología de la Aritmética y la Geometría. 5°) Metodología del Dibujo. 6°) Metodología de la Lengua Materna. 7°) Lección Metodología de las cosas. 8°) Metodología de la Geografía. 9°) Metodología de la Historia. 4º AÑO. 1ª Parte - Didáctica. 1°) Instrucciones preescolares. Educación Infantil. 2ª Parte - Historia de la Educación. 1°) Educación en la antigüedad occidental. 2°) Educación en los primeros siglos del cristianismo. 3°) Renacimiento y educación del siglo XVIII. Rousseau. 4°) La educación del siglo XIX. Pestalozzi, Froebel. Herbert y padre Giord. 5°) Educación en la era contemporánea: Europa y América. 6°) Enseñanza en Brasil con la República. 9°) Educación en Rio Grande do Norte (PROGRAMA DE PEDAGOGÍA, 1931-1941, p. 12-14).

En principio, entre las referencias teóricas para apoyar la dimensión práctica de la Educación infantil, se reconocieron las ideas pedagógicas de Jean-Jacques Rousseau, Herbart Spencer, Friedrich Froebel, Johann Heinrich Pestalozzi y el padre Giord.

A su vez, el creciente entusiasmo por el estudio del conocimiento disciplinario que integra mutuamente las dimensiones teóricas y prácticas, y el deseo de ganar, crecer y preparar el futuro profesional, contribuyeron a que la profesora Marinete completara con éxito y entusiasmo el Curso Normal.

En el libro de registro de las clases graduadas por la Escuela Normal de Natal (1938-1944), el 21 de diciembre de 1940, se afirma que la profesora Maria Nazaré Gomes y más otros 80 colegas normalistas (70 mujeres y 10 hombres), en solemnidad de graduación, obteneron sus diplomas en el Teatro Carlos Gomes (hoy Alberto Maranhão), paraninfados por el profesor de Pedagogía Dr. Manoel Varela de Albuquerque.

El 10 de enero de 1941, el director de la Escuela Normal de Natal emitió el registro del diploma de la profesora Maria Nazaré Gomes en vista del promedio de aprobaciones en los cuatro años del Curso Normal (1º año 8,8; 2º año 8,61; 3º año 8,90; 4º año 9,18 y nota de aptitud pedagógica 9,0), con los derechos y prerrogativas inherentes.

Iniciación a la docencia y la profesión docente.

Los estudios universitarios en otra ciudad fueron obstaculizados por su padre, justificando dificultades financieras. El 2 de febrero de 1941, la profesora Marinete estaba en la aldea de Campo Redondo, en condición de maestra de la Educación primaria, concursada y aprobada, en segundo lugar, nominad por el sexto interventor federal de Rio Grande do Norte, Rafael Fernandes Gurjão, que gobernó el estado durante cinco años (del 24 de noviembre de 1937 al 3 de julio de 1943), impulsando el plan para expandir la Educación primaria para niños, jóvenes y adultos para cumplir con la expansión de las oportunidades escolares.

El nombramiento de la profesora Marinete para enseñar en la Escuela Aislada en la aldea de Campo Redondo (municipio de Santa Cruz) - por su relato - traía alegría y entusiasmo a los padres y sus hijos, que ya querían saber el día de la inscripción. En dos días, se inscribieron 100 niños para estudiar en dos turnos. El 8 de febrero de 1941 - "con la cabeza llena de teoría, pero sin práctica docente" -, junto con un asistente, debutó enseñando en un aula con 50 niños (el turno de la mañana) y también 50 niños (por la tarde), con una sola mesa y una silla; no había pupitres para los niños. Trajeron taburetes, ataúdes y latas de queroseno vacías como asiento. Lo importante para ellos era aprender a leer y escribir, independientemente de sus necesidades materiales. Poco a poco, la clase de la Escuela fue mejorando con la ayuda de la gente de la aldea.

En mayo, un inspector de enseñanza visitó la Escuela Aislada para observar los métodos y procesos de enseñanza adoptados por los maestros en la clase. La profesora Marinete ^{Bezerra (2005}, p. 18) ilustró la visita de protocolo de un inspector de enseñanza: “Recibí una visita del inspector de enseñanza que encontró todo en perfecto orden y me felicitó y elogió por se tratar de una persona recién formada. Estaba feliz y este elogio fue para el Departamento de Educación".

En esa época, había un requisito para enseñar a los niños a aprender mediante el método de enseñanza intuitivo, defendido por la Nueva Pedagogia; pero también era necesario educarlos interactuando con la comunidad local de la pequeña aldea de Campo Redondo, a través de la socialización de las fiestas escolares. Al final del año escolar de 1941, la profesora Marinete planeó una fiesta escolar para socializar el aprendizaje artístico y escolar de los niños, sus alumnos. Además, esta era una de las responsabilidades pedagógicas de la maestra de Educacíon primaria, como muestra su declaración:

Pasó el tiempo y ya estaba pensando en cómo terminar el año: hacer una fiesta. Organicé un programa festivo con poesía, danza, teatro y mucha novedad. Invité a las autoridades de la ciudad, padres y amigos (^{BEZERRA, 2005}, p. 18).

En junio del año siguiente (1942), por nombramiento del director del Departamento de Educación (prof. Antonio Fagundes), fue trasladada de la Escuela Aislada de la aldea de Campo Redondo a la Escuela de la Hacienda São Romão (perteneciente al municipio de Angicos), propiedad de un inglés, y ubicada en su propia residencia, donde se mudó a vivir con su familia (el señor Kinkler y la señora Juraci) y una colega maestra llamada Creuza. Ella sería la directora y maestra de 3º y 4º grado primarios, mientras que Creuza sería la maestra de 1º y 2º grado primarios.

Al cumplir con sus deberes como directora y maestra de la Escuela de la Hacienda São Romão, inspeccionó de inmediato los dos salones de la residencia, asignados a la clase, para ver si estaba bien ventilada y era reconfortante, cumpliendo con los requisitos pedagógicos establecidos por la Nueva Pedagogía. Al día siguiente, después de una declaración a las madres de los niños de la Hacienda, realizó la matrícula y elaboró el plan semanal de lecciones. Las clases comenzaron sin ninguna dificultad. En su percepción, todo estaba en orden.

Los muebles eran nuevos y no faltaba nada. Encontramos mapas de Brasil, Rio Grande do Norte, globos, figuras geométricas, tímpano, escritorios, pizarras, reglas, todo en el orden más perfecto. Estábamos sensibilizadas por tanta organización, estábamos radiantes (^{BEZERRA, 2005}, p. 75).

En 1947, por casi dos años de licencia (matrimonio, nacimiento de la primera hija) reanudó la enseñanza en el Grupo Escolar "Frei Miguelinho", en Natal, reemplazando a una maestra de segundo grado primario, que había solicitado la licencia, para después tomar licencias especiales, debido al nacimiento sucesivo de tres hijas y un hijo y debido a su traslado a Rio de Janeiro. A su regreso a Natal (1952), fue asignada por el director del Departamento de Educación para trabajar en la Escuela Infantil Modelo, ubicada en Avenida Rio Branco, donde se quedó brevemente debido al nacimiento de otra hija.

En noviembre de 1952, debido a la transferencia de su esposo (sargento Arnaldo al 30° Batallón del Ejército de la Isla Fernando de Noronha), le pidió al gobernador (a través de su esposa) que estableciera una escuela de Educación infantil para ejercer su enseñanza, dado el hecho de que se especializara en Educación infantil. Un salone al lado del Grupo Escolar fue renovado y destinado a la primera escuela infantil de la Isla Fernando de Noronha.

En el salone de la escuela de Educación infantil bien ventilada, según su informe, se instalaron baños, inodoros y lavabos (pequeños), además de pequeñas mesas con pequeñas sillas y estantes. En enero (1953), la matrícula comenzó en su propia residencia, con un total de 48 niños de 4 y 5 años, que asistirían al turno de mañana y tarde, incluidos uniformes, zapatos y calcetines gratuitos. El Miércoles de Ceniza, ese mismo año, hubo la inauguración solemne de la escuela infantil, a la que asistieron los niños inscritos y sus respectivos padres; el gobernador y la esposa; además de los maestros e invitados del Grupo Escolar.

En su discurso, la profesora Marinete demostró la comprensión conceptual de las dimensiones teóricas y prácticas de enseñar a los niños a aprender en Educación infantil, haciendo referencia, según ^{Fernandes (2018}), a las ideas de pedagogías activas formuladas por Friedrich Froebel, Maria Montessori, John Dewey y Jean-Óvide Decroly, cuyas concepciones derivan del conocimiento especializado difundido a través de los manuales pedagógicos de los docentes, formadores de educadores de la primera infancia, Heloísa Marinho y Nazira Féres Abi-Sáber.

Al destacar, en su libro de reminiscencias, citas del libro O que es la escuela infantil, de Nazira Abi-Sáber (1965), la profesora Marinete Bezerra muestra, como lo hizo en su discurso, que la convergencia de la dimensión teórica y la dimensión práctica de la enseñanza con el conocimiento pedagógico de la Nueva Pedagogía y el método de enseñanza intuitiva derivaría, fundamentalmente, del trabajo pedagógico eficiente de los maestros, aludiendo a la propia Abir-Saber como en esta cita:

Se debe recordar a los maestros tres deberes fundamentales: 1. Hacer felices a todos los niños guiándolos a vivir y convivir con quienes los rodean dentro de las normas y principios cristianos de cooperación y comprensión. 2 - Reconocer que un programa de escuela infantil solo puede completarse si incluye muchas actividades preparatorias que faciliten el trabajo del niño en el aprendizaje futuro. Es evidente que el programa de escuela infantil, cuando está lleno de experiencias y buenas situaciones de aprendizaje, es una excelente manera de preparar al niño para aprender [...]. 3 - Dar lugar a una actividad creativa y espontánea a través de la expresión artística (^{ABI-SÁBER, 1965}, p. 27).

En esa época, en la Educación infantil, impartida en Escuela Infantil, guiada, entre otros, por el conocimiento de la Nueva Pedagogía sistematizada por John Dewey, el niño sería el punto de partida, el centro y el final del proceso educativo de interacción y reconstrucción de experiencias individuales y sociales. En referencia al universo infantil, entendió que, por un lado, debería estar rodeado de alegría, interés, imaginación y espontaneidad. Por otro lado, debería confiar en las experiencias educativas de los maestros para realizar actividades de enseñanza, combinadas con situaciones de aprendizaje en contacto con juguetes, juegos y diversas ocupaciones, de acuerdo con la unidad de vida del niño y los lazos afectivos, emocionales y prácticos en su conjunto. El propósito del aprendizaje y la adquisición del aprendizaje escolar serían determinados por el niño, ya que, para Dewey,

la cantidad y calidad de la educación, el niño las determina y no la disciplina para estudiar. Ningún método tiene valor, excepto el método que dirige el espíritu hacia su evolución creciente y enriquecimiento progresivo. El tema de estudio no es más que alimento espiritual (^{DEWEY, 1978}, p. 46).

¿En términos de las dimensiones teóricas y prácticas de enseñar a los niños a aprender en la educación infantil, a través del conocimiento formativo de la Nueva Pedagogía y su método de enseñanza intuitiva, es posible afirmar que los maestros de la primera escuela infantil de Isla Fernando de Noronha tenían este capital cultural? Del punto de vista de la difusión de la Nueva Pedagogía en Brasil, fue un período de aceptación estable.

Si el conocimiento formativo de la Nueva Pedagogía y su método de enseñanza intuitiva proporcionaban repertorios, preceptos, procedimientos y guiones, con el objetivo de llevar a cabo la educación infantil de los niños de 4 y 5 años, la profesora Marinete, ya sea en las reuniones con los docentes para planificar las clases semanales, ya sea en las reuniones de capacitación, ciertamente estaba entrenando a los maestros de esa primera escuela infantil de Fernando de Noronha, a través de la lógica instructiva de la dimensión teórica de la educación infantil. Para el éxito de las actividades de enseñanza, combinado con las situaciones de aprendizaje, llamó la atención y eligió, una vez más, las teorizaciones de Abi-Sáber:

Las profesoras de escuela infantil debian conocer la capacidad, los deseos y los intereses de cada niño, y, en base a eso, organizar un programa que satisficiese las necesidades reales de los niños, proporcionando a los estudiantes la capacidad de adquirir habilidades, hábitos y, especialmente, actitudes indispensables para un ajuste emocional y social completo y armonioso (^{ABI-SÁBER, 1965}, p. 27).

La dimensión práctica (guiada por el procedimiento del método de enseñanza intuitivo), las actividades de enseñanza, combinadas con las situaciones de aprendizaje, por un lado, satisfarían los deseos, intereses y curiosidades del universo infantil; por otro lado, proporcionarían habilidades, hábitos y actitudes indispensables para un ajuste emocional y social completo y armonioso. Junto a esta dimensión práctica, la profesora Marinete continuó reflexionando sobre la base de esa literatura de Abi-Sáber, quien concibió así el compartir en la clase:

Experiencias de respetar los derechos y opiniones de sus semejantes y desarrollar un interés en el bienestar de todos [...]; ejercer diversas oportunidades para una expresión espontánea, libre, fácil y clara (a través del lenguaje de la pintura, del dibujo, de las actividades manuales, de la música, del canto, de los movimientos rítmicos, de la danza etc.); oportunidades para aceptar responsabilidad y ganar independencia. Por lo tanto, hacer felices a todos los niños, llevándolos a vivir y convivir con las personas que los rodean (^{ABI-SÁBER, 1965}, p. 26-27).

Entre diciembre de 1955 (cuando vivía con su familia en João Pessoa) y julio de 1959 (cuando el teniente Arnaldo fue transferido al 1º Batallón de Ingeniería de la Construcción de Caicó), ella permaneció con licencia de las atividades docentes debido al nacimiento del sexto hijo (1958). Además, fue designada, por la Orden del Secretario de Estado de Educación y Cultura, prof. Grimaldi Ribeiro de Paiva, para enseñar en el Grupo Escolar "Senador Guerra", de Caicó.

En la ciudad de Caicó (agosto de 1959), cuando se presentó al director del Grupo Escolar "Senador Guerra", el prof. Raimundo Guerra, dijo: “Mi especialidad es la escuela infantil; hace mucho tiempo que trabajo con niños de cuatro, cinco y seis años." Raimundo Guerra respondió: “Pero aquí no hay una escuela infantil administrado por el Estado. Solo hay una escuela infantil privada, que funciona en el Colegio Santa Terezinha". Añadió: "Vas a enseñar en una clase de 2º año, con estudiantes de 12 y 13 años que, además, necesitan una profesora." En su libro de reminiscencias, señaló su primer día de clase en el Grupo Escolar "Senador Guerra":

Nunca olvidaré mi primer día de clase con estudiantes de 2º año. Cuando entré en la clase con 30 estudiantes, vi a casi todos gritar: 'Buenos días, maestra', golpeando los pupitres y hablando en voz alta. Me quedé de pie por unos minutos, mirándo cada uno, incapaz de hablar con tantas emociones diferentes [...]. Sé que los estudiantes notaron mi perturbación, mi angustia, por más que intentase ser alegre y feliz (^{BEZERRA, 2005}, p. 543).

El 4 de abril de 1960, el gobernador Dinarte de Medeiros Mariz inauguró oficialmente el Centro de Formación para la Educación Primaria de Caicó (donde funcionaría la Escuela Infantil), que tenía la siguiente composición, en conformidad con la Ley N ° 2.639 28 de enero de 1960: Escuela Infantil; Escuela de Aplicación y Artesanía; Colegio Estatal y Curso Pedagógico.

La Escuela Infantil, uno de los niveles educativos del Centro de Formación para la Educación Primaria de Caicó (más tarde, Instituto de Educación), de acuerdo con la Reforma de la Educación Primaria y Normal, fue ordenado por la Ley N ° 2171 del 6 de diciembre de 1957, que organizó y sentó las bases para la Educación Primaria y la Formación del Magisterio Primario. Guiados por el Reglamento de Educación Primaria y Normal de Rio Grande do Norte, del 1º de febrero de 1960, las actividades de esta Escuela Infantil tenían como objetivo despertar y desarrollar libremente las habilidades del niño.

Como no podía ser diferente, la profesora Marinete fue nombrada por Ordenanza del Secretario de Estado de Educación y Cultura, como la primera directora de la Escuela Infantil del Centro de Formación para la Educación Primaria de Caicó, un cargo que ocupó hasta 1969, siendo convocada de inmediato por el entonces director del Instituto de Educación, Canon José Celestino Galvão, "para entregar un informe de todo lo que necesitaba" en esta Escuela Infantil.

Al principio, según ^{Fernandes (2018}), la Escuela Infantil se basaría en una concepción del niño y de la actividad infantil de acuerdo con las tendencias naturales y espontáneas de la primera infancia para actuar de manera activa e inteligente en el entorno social comunitario, como apuntó Friedrich ^{Froebel (1897}), sistematizando las formas de enseñar y educar de su Kindergarten, tal como lo hizo John ^{Dewey (2002}) en la Escuela Infantil de su Escuela Laboratorio.

En el edificio del Instituto de Educación, construido en el barrio de Penedo, cada nivel de Educación correspondía a su propio entorno llamado "Bloque". La Escuela Infantil estaba ubicada en el "Bloque IV", adecuado para actividades infantiles, con una gran área al aire libre, con un patio de recreación y, nel interior, el pabellón destinado a las clases de 4º, 5º y 6º año, con instalaciones sanitarias apropiadas para la edad de los niños estudiantes. Todo dirigido a la satisfacción del niño. Muy en línea con lo que defendió Anísio ^{Teixeira (1978}, p. 53): "El niño es el origen y el centro de toda actividad escolar [...]". La Escuela Infantil de Caicó, desde la matrícula de niños, ha sido ordenada como una escuela de y para la infancia.

El Programa de Actividades de la Escuela Infantil en su dimensión teórica - por la investigación de ^{Fernandes (2018}) -, valorando los propósitos sociales atribuidos a la escuela infantil por John Dewey y Anísio Teixeira, y el conocimiento escolar, según los centros de interés de Jean-Ovide Decroly, privilegió el conocimiento de Ciencias Naturales y Estudios Sociales para enseñar a los niños, actividades de capacitación (hábitos y actitudes de higiene personal y buenos modales, integración y convivencia social); Lenguaje (oralidad, lectura, composición creativa, coordinación visual-motora y expresión escrita); Matemáticas (formas geométricas, conjuntos, estudio de números y númerales); Ciencias Naturales (nociones relacionadas con el cuerpo del niño, tiempo, observación y experimentación del entorno natural) y Estudios Sociales (nociones sobre la vida del niño en la escuela y la familia, lateralidad, civismo y fechas conmemorativas).

Además, privilegió actividades con juegos y recreación (juegos de movimiento, imaginación e instrucción); actividades manuales y artísticas (estudio del color, dibujo libre y dirigido, perforación, corte y pegado, pintura con los dedos y pincel, plegado, mosaico de colores y collage de semillas) y actividades festivas (poemas, canciones y dramatizaciones de cuentos infantiles). La Fiesta de Graduación ABC, con la presencia de familiares, así como autoridades políticas, religiosas y educativas, reafirmó la Escuela Infantil como una escuela de y para niños.

En el plano de la dimensión práctica, más específicamente, la profesora Marinete, junto con los primeros educadores de esta Escuela Infantil (Maria Dulcinete da Silva, Ivanice dos Santos, Elita de Araujo, Vera Lucia Medeiros Vale, Maria Damiana de Jesus, Terezinha Medeiros , Maria Odete Diniz, Nilza de Oliveira, Josefa Maria da Soledade, Crezinha Medeiros, Estelita Dantas y Maria do Socorro Bezerra), planearon un horario escolar con cinco pasos constitutivos: i) 7:30-8:30 (actividades rutinarias: formación de colas, oración, canto, lectura de tiempo, estudio de calendario y llamada); ii) 8:30-9:10 (trabajo formal y artístico: hora de comunicación y actividades relacionadas); iii) 9h10-10h40 (almuerzo escolar, higiene dental, recreación y descanso); iv) 10h40h-11h20 (trabajo formal y artístico: tiempo de comunicación y actividades relacionadas); y v) 11h20-11h30 (preparación para la salida).

Desde el Programa de Actividades, la profesora Marinete y las primeras educadoras, por un lado, trabajaron con la comprensión de Maria ^{Montessori (1965}, p. 183-184, énfasis de la autora) que el niño, para escribir, necesitaba "[...] realizar dos tipos diferentes de movimientos: el que reproduce la forma y el que maneja el instrumento". Por otro lado, trabajaron con el "ABC de las cosas", sistematizado por ^{Froebel (1897}; 1902), que "enseña y educa desarrollando", a través de la observación del material, la discriminación de propiedades, la síntesis y la expresión en formas de vida, belleza y conocimiento.

En plano de dimension teórica y dimension práctica, ganarían relevancia las orientaciones de Abi-Sáber (1963) para el desarrollo de actividades de preparación (el dibujo y el contorno de figuras geométricas, números, letras del alfabeto) aprendidas por los niños en el piso, en la pizarra y en los libros de actividades.

La profesora Marinete y los primeros educadores de esta Escuela Infantil para enseñar al niño a aprender, buscaron seleccionar un material didáctico estrictamente en línea con la concepción del niño y la actividad del niño y de acuerdo con la literatura pedagógica orientadora. En este sentido, los niños hicieron uso de la cartilla ABC, el lápiz ordinario con goma; de la colección de lápices de colores; el cuaderno de dibujo, el cuaderno de dibujo que usaba pincel y agua para pintar la imagen; cuaderno de letras, números, líneas y círculos. El niño-estudiante debria tener una "mochila de paño" blanca, en combinación con su uniforme escolar, que correspondía a una camisa blanca, pantalones cortos azules, calcinetes blancas y zapatos negros, para niños; y un vestido, en tejido a cuadros azul, con bolsillo frontal grande, contorneado con pico y batista bordada, para niñas.

A fines de la década de 1960, la familia vino a vivir a Natal debido a la continuidad de los estudios de sus hijos. A principios de 1970, fue asignada para dirigir la Escuela Infantil Anfilóquio Câmara, del Instituto Padre Miguelinho, ubicada en el barrio de Alecrim. En 1971, se retiró, después de 30 años en la enseñanza. Estaba contenta de haber cumplido con su deber en favor de una causa tan noble: la Educación. Esta historia ya era parte de su vida profesional docente. Además, era parte de las dimensiones teóricas y prácticas, de su formación académica y de la enseñanza profesional de una educadora infantil.

Conclusión

Los profesores de la Universidad de Ginebra, Equipo de Investigación de la Historia Social de la Educación, Rita ^{Hofstetter y Bernard Schneuwly (2017}), considerando el objeto - Educación, formación y enseñanza en su investigación empírica relacionada con las ciencias de la educación y la didáctica de las disciplinas - señalaron que, debido a la consolidación de los sistemas educativos en cada nación, la formación de profesionales de la Educación, que se multiplicaban y se especializaban, produciría, por lo tanto, una incesante (re)organización disciplinaria (por ejemplo, del conocimiento escolar a través de programas de enseñanza) e, igualmente, la didáctica de las disciplinas dirigidas al savoir-faire, además de la teorización deste savoir-faire.

En adelante, la dimensión teórica y la dimensión práctica de la formación pedagógica y la enseñanza profesional están sustancialmente interrelacionadas, a través de la relevancia de los dominios de las ciencias educativas y los propósitos pedagógicos de cada institución escolar, guiados por las demandas socioprofesionales, que se renuevan constantemente. A partir de los análisis de ^{Hofstetter y Schneuwly (2017}, p. 118), en esta infraestructura institucional, reside la intención de disciplinar y socializar formas de pensar, hacer y actuar, "[…] que constituyen las bases culturales de la sociedad".

A pesar de las particularidades del aparato institucional del sistema de educación docente escolar para la educación del niño, el estatuto del conocimiento disciplinario (el conocimiento formativo y el conocimiento didáctico para enseñar con método), hubiéremos estado en el centro de la dimensión teórica y dimensión práctica de la formación pedagógica y la enseñanza profesional. Desde el punto de vista de una otra dimensión, es posible decir que el conocimiento de las ciencias de la educación interfiere, en gran medida, a través de una literatura pedagógica, en el acto de educar, enseñar, socializar y formar. Finalmente, en préstamo de ^{Boto (2004}, p. 59), se puede decir que esta literatura es portadora de un discurso científico que se está moviendo hacia los "[...] rituales y procedimientos internos de la escuela: en su rutina, en sus acciones, en sus conocimientos".

En este sentido, la dimensión teórica y la dimensión práctica de la formación pedagógica y la enseñanza profesional de la profesora Marinete se hicieron a través del diálogo con una literatura institucionalizada de las ciencias de la educación. Por lo tanto, la formación académica y la enseñanza profesional de la profesora Marinete Gomes Bezerra culminaron en la complejidad de una educación relativamente completa para lograr la educación integral del niño-estudiante de la escuela pública.